Fallece Manolo ‘El del Bombo’, el hincha más popular de la selección española de fútbol
Su fidelidad era tal que en el Mundial de España llegó a hacer 15.000 kilómetros en autostop para asistir a los partidos más importantes y en el de 2010 tuvo que regresar temporalmente por enfermedad para reincorporarse en las semifinales y poder ver a Casillas alzar el trofeo de campeón de la copa por primera vez en la historia.
Manuel Cáceres Artesero, apodado Manolo "El del bombo", fallecido este jueves a los 76 años, fue durante medio siglo el hincha más popular de la selección española de fútbol, a la que animó sin descanso por todo el mundo con sus inseparables cachirulo y txapela y su gigantesco instrumento musical.
Nacido en San Carlos del Valle (Ciudad Real), el 15 de enero de 1949, emigró con su familia a Huesca a los siete años y a finales de la década de los sesenta comenzó a animar tocando el bombo al equipo local de fútbol en el estadio de San Jorge y desde su inauguración a comienzos de 1972 en el de El Alcoraz.
Además, acudía a apoyar a otros conjuntos oscenses como el Barbastro, Monzón o Binefar, y luego al Zaragoza cada domingo en La Romareda. En el caso del Valencia, lo siguió primero en la disputa del veraniego trofeo Naranja, para luego acompañarlo a Bruselas para la Recopa de 1980.
En lo que respecta a la selección, su primer partido en el exterior fue contra Chipre, el 9 de diciembre de 1979, en Limassol, con victoria española 1-3 en encuentro valedero para la clasificación para la Eurocopa. Desde entonces fue siempre con "La Roja" a los partidos clasificatorios y fases finales de diez Mundiales, desde el de España de 1982, y de ocho Eurocopas, hasta totalizar más de 400 encuentros.
Su fidelidad era tal que en el Mundial de España llegó a hacer 15.000 kilómetros en autostop para asistir a los partidos más importantes y en el de 2010 tuvo que regresar temporalmente por enfermedad para reincorporarse en las semifinales y poder ver a Casillas alzar el trofeo de campeón de la copa por primera vez en la historia.
Fuera del fútbol, desde 1968 regentó un bar en Huesca y también tuvo locales en Zaragoza y Barcelona. En 1982 recaló en Valencia, ciudad en la que inicialmente trabajó durante unos meses como relaciones públicas de la sala de fiestas "Los Molinos", antes de montar otro establecimiento cerca de la estación, desde el que pasó, aproximadamente en 1990, al que mantiene cerca del estadio de Mestalla, "Tu museo deportivo".
En las tres décadas que estuvo al frente de este último no se libró de dificultades como la pérdida de clientes debido a la ley antitabaco; la prohibición municipal de orientar las pantallas de televisión hacia la vía pública o la pandemia de la covid-19. En aquella época incluso se planteó subastar alguno de sus bombos porque, con sólo "cuatro cientos y pico euros" que ingresaba ahora al mes necesitaba dinero para comer, según confesaba en una entrevista con EFE en mayo de 2020.
Esos bombos fueron uno de sus bienes más preciados y, a lo largo de casi medio siglo, los utilizó para animar desde el graderío una docena de ellos. El primero se lo construyeron en Zaragoza y los restantes en Manises (Valencia), colgando cuatro de ellos en las paredes de su bar.
En este tiempo Manolo tampoco se libró de sufrir robos como el del 2017, cuando le abrieron en Murcia el vehículo en el que lo guardaba. Lo recuperó poco después en Madrid, pero del suceso llegó a hablarse en el Senado e incluso un taller valenciano de luthiers se ofreció a diseñarle uno con un geolocalizador.
No fueron sino ejemplos de la popularidad que alcanzó, la misma que le llevó a rodar varios anuncios publicitarios; uno de una cerveza polaca, otro de Hipercor para la venta de televisiones y un tercero de un medio de comunicación, así como otro para el Mundial de 2010 de Burger King y el documental sobre su personaje del cara al Mundial 2018 de la marca de televisores LG.
Por todo ha recibido diversos homenajes y, de hecho, su localidad natal le dio en agosto de 2019 su nombre al pabellón deportivo.