Gil de Ferrán, leyenda brasileña del automovilismo que conquistó en 2003 las 500 Millas de Indianápolis, falleció ayer, viernes 29 de diciembre, de un ataque al corazón mientras competía en el circuito The Concours Club de Opa-Llocka, en el estado de Florida.
El poseedor del récord de velocidad en pista en la serie CART con una vuelta a 241,428 millas (388,54 kilómetros) por hora, competía con su hijo menor Luke.
Según distintos medios periodísticos estadounidenses, De Ferrán detuvo su automóvil y manifestó que no sentía bien. Minutos después fue trasladado a un hospital, pero nada se pudo hacer para salvar su vida.
Nacido hace 56 años en París, pero nacionalizado brasileño, Gil de Ferrán era consultor de la escudería británica McLaren.
Comenzó su carrera en la Fórmula 3 británica y al emigrar a Estados Unidos ganó siete pruebas de la CART y cinco de la IndyCar entre 1995 y 2003.
Conquistó dos títulos de la CART en 2000 y 2001 y obtuvo 50 podios como piloto de la escudería Penske. Pero su mayor logro llegó en 2003, en su cuarta y última participación en las 500 Millas de Indianápolis.
En un final de antología con su compatriota y compañero de equipo Helio Castroneves, Gil de Ferrán se impuso en la línea de meta.
La Fórmula Indycar manifestó su consternación por la muerte de Gil de Ferrán, que había cumplido 56 años el pasado 11 de noviembre.