Ayuda para Delfina
Pensaban que era un operativo grande, donde una docena de policías linces iban a combatir un delito, pero la misión de los uniformados era otra, una que les había llegado a su alma, ayudar a Delfina Barría.
En la comunidad de Santa Ana de Los Santos, en un sector que le llaman El Tollao, se encuentra la residencia donde habita la señora Delfina, una casa hecha con cuatro hojas de zinc, que mide 2 metros y cuyo techo no está ni siquiera clavado.
Sin muebles, sin una cama digna, con algunos trastes, incluyendo una escoba hecha con ramas de monte, es con lo único que cuenta esta humilde señora.
A pesar de su pobreza, manifiesta que no le niega visita a nadie y, precisamente por esta razón, es que un grupo de linces que operaba por esta comunidad se percata del hecho y la visita.
Ella nos recibía en su casa y nos atendía dándonos una taza de café y poco a poco fuimos conociendo sus necesidades, expresó el lince Alexis Núñez.
La señora Delfina no sabe cuántos años tiene, solo que nació un día de Año Nuevo y es oriunda de El Algodón de Las Minas de Herrera.
Esta humilde mujer relata que se trasladó hace dos años a Los Santos, para acompañar a su hijo de 60 años, quien en busca de mejores ingresos decide trabajar como peón en esta región.
El capitán David Arroyo, encargado del servicio motorizado lince en la provincia de Los Santos, relata que luego de conocer las precarias condiciones en que viven estas personas decidieron poner de su bolsillo y hacerles una buena canasta de comida, como recompensa por los años de duro trabajo, pues toda la vida ha trabajado en el campo, sembrando arroz y cosechando para la subsistencia.
Imagínense que donde habitan, en una casita de dos metros donde solo les cabe una camita campaña y una estufita que no se atreve a usarla con temor a que se explote el área, ellos pagan de alquiler 20 dólares.
Ella duerme adentro de la casa y el hijo en una hamaca afuera de la residencia y cuando llueve, una colchoneta que logra meterla para no mojarse.
Los policías comentaban que a veces, las personas se quejan de no tener y se olvidan de que hay personas como Delfina que no tienen nada y no se quejan.