‘Ojalá pudiera devolver el tiempo, para verte de nuevo, para darte un abrazo y nunca soltarte’… Lágrimas rodaron por las mejillas de la familia, compañeros, fanáticos y del pueblo panameño el día de hoy. Las honras fúnebres del futbolista Luis Carlos Tejada Hansell serán inolvidables. La caravana, los gritos de la gente apostada a lo largo de la ruta, su gente de San Joaquín, hoy se lloró parejo.
El pasado domingo 28 enero, el máximo goleador de Panamá falleció, producto de un paro respiratorio. Solo tenía 41 años. El pueblo se unió al dolor de su familia, de sus compañeros y este 2 de febrero, como se ordenó por Decreto Ejecutivo fue despedido con todos los honores, con un emotivo recorrido que inició a las 9:00 am en Carrasquilla, pasando por San Joaquín.
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A eso de la 1:00 p.m. llegaron a la Arena Roberto Durán, donde una multitud lo esperaba. Aplausos, gritos, llanto, los fanáticos reaccionaron de todas las formas posibles al ver cómo los legionarios bajaban el féretro. Aquí una emotiva ceremonia religiosa se llevó a cabo, dirigida por el reverendo padre Raúl Patterson.
Jorge Dely Valdés, Pércival Piggott, Gary Stempel, Gabriel Gómez hablaron de la repentina desaparición de Matador y contaron muchas anécdotas.
Pasada la ceremonia, a eso de las 2:00 p.m., salieron hacia el cementerio. Un cortejo fúnebre lo haría en una carroza, pero Blas Pérez, Pistolero, Baloy, Román, entre otros decidieron cargar sobre sus hombros el pesado féretro que lleva el cuerpo de Luis Tejada y hacer el recorrido desde la Arena hasta el cementerio. Lágrimas rodaban por las mejillas de ellos, en medio del dolor y el cansancio, pero cumplieron su promesa y lo llevaron hasta su última morada.
Ya en el cementerio, una breve reflexión dio cabida ahora sí a ese último y difícil adiós, el que te enfrenta a la realidad, cuando ves cómo va bajando el féretro. El llanto y desconsuelo se volvió a vivir. La destrozada familia lo despidió y su gente también. Así fue el último adiós de Matador, simplemente inolvidable.