El tenista escocés Andy Murray, último ganador de Wimbledon, fue nombrado ayer Oficial del Imperio Británico por el príncipe Guillermo, que por primera vez presidió este tipo de ceremonia en sustitución de su abuela, la reina Isabel II.
El tenista fue incluido en la lista de personas distinguidas de la Orden del Imperio Británico por su dedicación al deporte antes de su histórico triunfo en Wimbledon y después de ganar el Abierto de Estados Unidos y la final masculina de tenis en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Su victoria en la pista central del All England Club ante el serbio Novak Djokovic el pasado julio le convirtió en el primer británico en ganar el trofeo individual en 77 años y personalmente, le llevó a la cima del tenis, según comentó tras la victoria.
El tenista se encuentra en plena recuperación de la operación de espalda a la que se sometió a finales de septiembre con motivo de una lesión que le ha mantenido apartado de las pistas durante el final de la presente temporada.
La anécdota del día se produjo cuando el escocés publicó en su perfil de la red social Twitter que estaba en en medio de una prueba antidopaje que le haría llegar tarde a la ceremonia en el palacio de Buckingham, aunque finalmente apareció puntual con su novia y sus padres.
El duque de Cambridge se encontraba nervioso, según fuentes del palacio, que comentaron que incluso ha ensayado con el personal de servicio el protocolo con la espada y la imposición de la insignia porque no quería cortar la oreja a nadie ni pincharle en el pecho.