La felicidad se le escapó de la mano, tanto a los fanáticos del Boca Juniors como a los mismos jugadores del equipo, tras perder ante el River Plate en la gran final de la Copa Libertadores, que se jugó en el Santiago Bernabéu, en Madrid.
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Este lunes el plantel regresó en silencio al aeropuerto bonaerense Ministro Pistarini, ubicado en Ezeiza sin dar declaraciones a las prensas, y como si fuera poco, sin el recibimiento de sus hinchas.
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En este instante el equipo entra en unas semanas de vacaciones, ya que en enero de 2019 empieza a entrenar para la final de la Superliga Argentina de Futbol.
