El lanzador panameño Bruce Chen se convirtió ayer en el primer jugador en la historia del Clásico Mundial de Béisbol en ver acción con dos países.
Chen, que en 2006 y 2009 había vestido la camiseta de Panamá, abrió el partido anoche por China, país de origen de sus abuelos.
El exjugador de las Grandes Ligas mantuvo a Cuba en blanco en los primeros 2 innings y dos tercios en el Tokyo Dome, pero un cambio en la lomita dio a los bateadores cubanos la chispa que necesitaban. Al final Cuba se impuso por 6-0 a los chinos.
Chen permitió tres imparables, otorgó una base por bola y ponchó a dos rivales.