Una batalla campal se registró la noche del miércoles en el Estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula, en el segundo tiempo del partido de ida entre el Real España y Marathón, en el que jugó el istmeño José Calderón, por la semifinal del torneo Apertura de fútbol de Honduras, tras un fallo arbitral.
Al minuto 76, en un contragolpe del Real España, el árbitro sancionó penalti una jugada en el área del Marathón, cuyos jugadores le reclamaron airadamente, mientras los ánimos se caldeaban en la grada sur del estadio, donde enardecidos aficionados que sacudían un portón superaron el obstáculo y se metieron a la cancha.
La turba lanzó piedras y otros objetos contundentes.
El partido, que iba ganando el Real España por 2-0, fue suspendido por los disturbios.