Una inspectora de salud en la Florida testificó hoy que había visto posibles evidencias de contrabando de seres humanos en la sala de masajes donde, según la policía, el dueño de los Patriots de Nueva Inglaterra pagó por tener relaciones sexuales.
La inspectora Karen Herzog dijo a un juez que había visto ropa, camas y otros artículos, lo cual le llevó a pensar que algunas mujeres vivían en el spa Orchids of Asia en noviembre, cuando visitó el establecimiento. Herzog declaró que el gerente del negocio trataba de ocultar evidencias, y manifestó temor por un supuesto riesgo de ser agredida.
Los abogados de Robert Kraft, el dueño de los Patriots, dicen que Herzog fungió como agente policial y debió haber obtenido una orden de allanamiento antes de revisar el lugar.
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La defensa desea que se deseche como prueba un video grabado en enero, el cual mostraría a Kraft en el momento en que paga dos veces por tener relaciones sexuales en el spa. Uno de los motivos para rechazar esas evidencias sería la inspección realizada por Herzog, según los abogados.
Herzog dijo que todas las salas de masajes reciben visitas sin previo aviso cada año, y que le tocaba el turno a Orchids of Asia. Añadió que inspeccionaba salas de masajes varias veces al año, a petición de la policía cuando había sospechas de prostitución.
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Los fiscales han dicho que al final no encontraron evidencias de tráfico de seres humanos en el spa. La defensa trata todavía de convencer al juez Leonard Hanser acerca de que el detective de la localidad de Jupiter, Andrew Sharp, obtuvo ilegalmente una orden para instalar cámaras de video en el negocio.
De acuerdo con los abogados, se violaron los derechos constitucionales de Kraft a la privacidad.
Kraft, de 77 años y cuya fortuna se calcula en 6.000 millones de dólares, fue acusado en febrero junto con otros 24 hombres del cargo menor de solicitar servicios de prostitución. Todos habrían pagado durante un fin de semana en enero a cambio de tener relaciones sexuales.
Acusados de delitos graves
La propietaria del establecimiento y tres empleados están acusados de delitos graves o menores. Kraft, quien no compareció ante la corte, se ha declarado inocente de pagar por relaciones sexuales, pero se ha disculpado públicamente por su conducta.