Chantal Martínez: 'Me miraban como que no valía nada, siempre me trataban mal'
La boxeadora salió adelante como una Fiera: Cuando llovía, mi mamá lloraba porque se le inundaba la casa.
A Chantal Martínez se le podría describir fácilmente como una 'Fiera' de la vida. "No me he dejado vencer... creo que en parte por eso me pusieron ese apodo", comentó la púgil chiricana a día a día, en una entrevista en la cual repasó profundos momentos de su carrera.
La vida deportiva de Chantal inició con los pies como su arma principal, no con sus puños.
"Realmente yo antes jugaba fútbol... esa era mi pasión", dijo la boxeadora, quien recordó que su primer combate lo sostuvo motivada por "las circunstancias económicas precarias de mi familia".
"Fue un evento de boxeo en la frontera entre Panamá y Costa Rica. Estaban buscando a una chica para pelear", relató. "Ese día gané y el público tiró monedas al 'ring'... recogí como ciento y tanto de dólares en monedas costarricenses. Luego las cambié para abastecer el hogar, comprar las cosas que hacían falta. Tenía como 10 años", rememoró.
Y fue justo en el deporte de las narices chatas y orejas de coliflor que encontró el camino que buscaba para llevar un mejor sustento económico a su hogar.
"Gracias a Dios siempre hemos sido bastante sencillos en mi familia, nos acomodamos hasta donde la manta nos arrope. Yo me metí al boxeo por la situación económica y por cómo vivíamos", comentó.
"Mi mamá y papá hicieron una casa de madera y zing" en un terreno situado en territorio precarista que les regaló su tío. "Pero cuando llovía mucho, se inundaba. Era complicado, el agua llegaba hasta las rodillas", continuó Martínez. "Todavía seguimos viviendo acá, pero ya tenemos una casa digna, por así decirlo", prosiguió.
Televisión de perilla
Los sacrificios llegaron desde el día uno para la atleta panameña.
"Entrenábamos en un patio de tierra. Entrenaba sin zapatos. Las únicas zapatillas que tenía estaban rajadas, pero yo las pegaba con 'tape'. No tenían en mi casa para comprarme otras. Pero a mí no me importaba lo que decía la gente. Yo quería llegar lejos", reveló.
"Mi mamá tenía una televisión de perilla, una rojita, que a veces la perilla la movíamos con una pinzas. Siempre veía a Roberto Durán, uno de mis ídolos, y a otros como Celestino 'Pelenchín' Caballero... decía: algún día yo voy a llegar", mencionó Martínez, quien antes de trasladarse a la capital, le dio una promesa a su madre.
"Cuando me iba a trasladar a la capital le dije a mi mamá: no vuelvo hasta que te haga tu casa. Y así fue", manifestó.
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Más allá de los obstáculos superados, el apodo de 'La Fiera' le llegó también por una historia particular.
"En el boxeo aficionado me ponían a pelear con hombres y yo les ganaba. Un 'profe' me puso ese nombre porque siempre decían: 'pareces un hombre peleando'", aseguró Chantal, en unas palabras que luego le reafirmó el mismo Durán.
"Una vez que estaba entrenando y llegó Durán. Yo estaba haciendo 'sparring' con 'El Loco' Vicente Mosquera, y él Durán dijo: 'Esta mujer que ven aquí tiene más hue*** que todos estos mari***'... no tengo miedo de enfrentarme con cualquiera", agregó.
Críticas
"Sí, mucha gente que me tiraba la mala", confesó Martínez al hablar de todo lo que tuvo que pasar antes de hacer historia y coronarse campeona mundial en 2011.
"Me decían que estaba loca, que eso no era para mujeres, que no iba a llegar. Pero siempre he tenido el soporte de mi mamá y familia", aseguró.
"Me motivaba porque en la barriada todos tenían su casita. Cuando llovía, mi mamá lloraba porque se le inundaba la casa. Lo poco que ganaban mi mamá y mi papá era para mantenernos, subsistir", siguió.
"A veces las cosas no alcanzaban, a veces comíamos y a veces no. Gracias al boxeo y al esfuerzo de la familia logramos salir adelante", añadió.
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Menosprecio
"Sí, muchísimos menosprecios he sufrido, todo el tiempo, hasta el sol de hoy. La gente tiende a menospreciar a uno como persona y deportista", afirmó.
"Cuando llegué a entrenar por primera vez a Curundú, me miraban como que no valía nada porque venía de Chiriquí, del campo. Siempre me trataban mal", contó. "Con cada título que ganaba, la gente ya decía menos cosas de mí", abundó.
Peleas
En medio de la pandemia, a Chantal se le ha hecho difícil volver a combatir. Mientras, ha tenido que buscar otras alternativas económicas, como por ejemplo, dedicarse a ser entrenadora personal. A eso se le suma un fuerte accidente sufrido, del cual tuvo que recuperarse lentamente.
"Tuve una accidente hace como un año y tanto, y quedé en silla de ruedas. La recuperación fue lenta. Me decían que no iba a volver a caminar bien, ni iba a poder hacer deporte igual, pero me cuidé bastante e hice las cosas bien... empecé a entrenar poco a poco, a hacer la movilidad de la pierna", manifestó Martínez, quien cerró confesando contra quién le gustaría medirse.
"Me gustaría hacer una tercera pelea con Ogleidis Martínez", finalizó.
29
años tiene Chantal Martínez.
2011se coronó campeona mundial .A veces siento que siendo una figura, sigue faltando el apoyo. Cuando me coroné, me dolió bastante cuando no me apoyaron en Chiriquí, como sí en Panamá o afuera, que fue al 100%... Un alcalde me había prometido un gimnasio con mi nombre cuando me coroné, y nunca sucedió. Acá no hay un gimnasio municipal para los deportistas que quieren surgir en el boxeo... a uno lo tiran como al olvido.