El partido de octavos de final de la Copa del Mundo de Alemania 2006 que disputaron Portugal y Holanda es "oficialmente" el más duro de la historia de los mundiales.
Bautizado como la "Batalla de Nuremberg", el choque entre la selección lusa que dirigía el brasileño Luiz Felipe Scolari y el conjunto oranje de Marco van Basten se saldó con cuatro expulsados.
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El árbitro Valentín Ivanov mostró doce tarjetas amarillas y cuatro rojas, dos por bando: Costinha, Deco, Boulahrouz y Van Bronckhorst.
Portugal, que perdió por lesión a Cristiano Ronaldo en el minuto 34, se impuso gracias al gol que anotó Maniche en el minuto 23.
El récord de expulsados en Copas del Mundo, sin embargo, lo tiene el mexicano Arturo Brizio, quien entre las ediciones de Estados Unidos'94 y Francia'98 mandó a las duchas a siete jugadores en seis partidos que dirigió. El francés Zinedine Zidane fue uno de los astros que vio la roja del mexicano.
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