Varias futbolistas de Rosario Central denunciaron al club por "discriminaciones de género", luego de que una jugadora asegurara que fue echada del equipo por "supuestamente haberse besado" con una compañera, pero el club negó las acusaciones y sostuvo que fue apartada por motivos futbolísticos.
Maira Sánchez contó a través de las redes sociales que la entrenadora Roxana Vallejos la echó del plantel, por pedido de los directivos, por "supuestamente haberse besado con una compañera" dentro de las instalaciones.
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"¿A dónde está la Secretaría de género? ¿A dónde están las personas que defienden nuestros derechos? ¿Por qué no se me valora cómo deportista? ¿Acaso mi vida personal tiene más peso que mi rendimiento deportivo?", se preguntó.
Más tarde, varias de sus compañeras sacaron un comunicado en el que denunciaron que sufrieron "maltratos, amenazas, discriminaciones de género y hacia la diversidad sexual" y "actos que atentaron contra" su "salud física y mental".
"También vulneraron nuestros derechos como trabajadoras y a muchas nos dejaron fuera del club o sin actividades", dice el texto.
Las futbolistas denunciaron la situación ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
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"Estas situaciones de violencia fueron denunciadas al vicepresidente de Rosario Central, Ricardo Carloni, a la representante del fútbol femenino, Carla Facchiano, y a la Secretaría de Género pero nadie nos dio respuesta. Es por eso que, agotando todas las instancias administrativas del club, recurrimos al INADI para llevar adelante las acciones pertinentes y resguardar nuestra integridad física, mental y laboral", informaron.
Contraparte
El club publicó en su sitio web un comunicado en el que aseguró que las desvinculaciones "se basaron pura y exclusivamente en el carácter deportivo".