Inglaterra nunca ha estado tan cerca de hacerse con la Eurocopa y hoy, 55 años después de una última final disputada, ganando la Copa del Mundo de 1966, la actual hornada de los 'Tres Leones' aspira al título que nunca consiguió, y tendrá enfrente a una Italia reconstruida, ganadora de nuevo, y que ya sabe lo que es saborear el cetro continental.
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Los ingleses de Gareth Southgate han aprendido de los errores del Mundial de Rusia 2018 para escapar de las semifinales, su tope desde 1966, y llegar a una final que se presentan como una alfombra roja hacia el trofeo. Jugarán en casa, ante más de 60.000 espectadores y sin la posibilidad de que la afición rival pueda venir hacia Londres.
Es la cuarta final para Italia en una Eurocopa, tras la que ganó a Yugoslavia en 1968 y las que perdió en 2000 contra Francia y en 2012 ante España 0-4.
El arquitecto
Italia llega a Wembley a completar un trabajo empezado hace tres años con Roberto Mancini. El técnico italiano recogió a un equipo hundido, sin ideas ni confianza y lo convirtió en un grupo que hoy peleará por la gloria europea.
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"Solo un loco dijo hace tres años que podíamos llegar a este punto, y es Mancini. Siempre creyó en nosotros. Somos un grupo maravilloso, y llegar a este punto tras tanto sufrimiento es algo extraordinario", afirmaba el centrocampista Federico Bernardeschi tras ganar la semifinal en la tanda de penaltis contra España.
Llegar a la final es un logro, pero ahora tenemos que ganar.
"Estoy muy orgulloso de mis jugadores. Es increíble formar parte de un momento como este", dijo Gareth Southgate, técnico de Inglaterra.
Se juegan hoy la final.
2:00
p.m. arranca la final.
