Durante los 90 días que tuvo que pasar Floyd Mayweather Jr. dento de una cárcel en Las Vegas sucedieron muchas cosas.
Algunos medios británicos como el "The Sun" , el "Mirror" o el "Daily Mail" se han hecho eco de algunos de los detalles del paso por prisión del boxeador nativo de Michigan, gracias a unos informes recopilados por Sports on Earth.
El boxeador fue sentenciado en 2012 a ingresar 90 días en la cárcel de Las Vegas después de ser declarado culpable de un delito de violencia de género contra su exnovia y madre de su hijo, Josie Harris, dicha condena debió cumplirla en enero de 2012, pero fue retrasada para que el púgil pudiera combatir contra Miguel Cotto el 5 de mayo de ese mismo año. Tras librar la pelea y ganarla en doce asaltos, Floyd, ingresó en una cárcel de Las Vegas.
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Según ha sacado a la luz el medio norteamericano Sports on Earth, el paso por prisión de Mayweather estuvo marcado por continuos problemas. Según informa el medio, el púgil de Michigan pagaba a otros reclusos en busca de favores y subsistía a base de chocolatinas y fideos.
Continuas quejas
Debido a su estatus Floyd fue recluido en un módulo especial donde se encontraba aislado y alejado de otros reclusos. En este régimen especial, el boxeador estaba obligado a pasar 23 horas al día dentro de su celda. Según apuntan los informes recogidos, Mayweather trató por todos los medios ser llevado a otro módulo junto al resto de presos, para ello se quejó reiteradamente sobre sus condiciones dentro de la institución penitenciaria.
Hay siete días en una semana y yo solo tengo 5 horas para estar fuera de mi celda, es injusto. Es la tercera vez que escribo para que me trasladen, escribió Floyd en un extracto recogido por Sports on Earth.
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En otro escrito rescatado el boxeador también habló de cómo esta situación le estaba afectando: Mi mente no es la misma que antes. He perdido peso y estoy estresado. No puedo hacer ejercicio y necesito algún tipo de ejercicio.
Floyd también se quejó de la alimentación que recibía e intentó librarse de la condena alegando que la comida no era lo bastante buena por lo que el juez encargado del caso le dedicó las siguientes palabras: ¿Acaso se creía que le íbamos a llevar a un Four Seasons (una cadena canadiense de hoteles de lujo)? .
Según los informes, el campeón invicto rechazó la comida que le ofrecían en la cafetería de la institución penitenciaria y su dieta se basó en chocolatinas de la marca Snickers, fideos y carne deshidratada.
Sobornos a otros presos
El boxeador descubrió rápido como funcionaban las cárceles desde dentro e intentó sobornar a otros reclusos para obtener favores. De esta forma, un guardia dijo que escuchó a Floyd gritar a otro recluso, llamado Paul López, diciéndole: Ya he dejado tus 500 dólares entre los libros.
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Tan solo unos días después de escuchar al boxeador decir esas palabras, el recluso al que gritó acudió a los oficiales para decirles que cedía su media hora en la sala de estar aMayweather. Tras esto, se abrió una investigación que finalmente no derivó en ningún expediente disciplinario en contra del boxeador.
Problemas con los guardias
Otro punto que abordan los informes y las cartas recogidas del caso son los continuos enfrentamientos de Floyd con los guardias de la institución. Mayweather , de hecho, sería de castigado tras tratar de intimidar a un oficial.
El oficial en cuestión descubrió que el boxeador estaba recibiendo dos horas de tiempo libre fuera de su celda en vez de una, como estaba acordado en las normas de la institución penitenciaria.
Dicho guardia informó sobre lo sucedido, y un día cuando se encontraba cerca de la celda del púgil ocurrió lo siguiente según declaró este: "Me miró a los ojos y me dijo que cuando saliera de la cárcel no se olvidaría de mí", a lo que añadió: Le pregunté si eso había sido una amenaza y me contestó que en ningún momento me había amenazado.
El boxeador invicto terminó cumplido 60 días de 90 a los que fue condenado, pero como vemos su paso por la prisión fue bastante problemático.