Futbolista español que fue apuñalado en Italia asegura que está bien y agradece el apoyo recibido
Pablo Marí se encontraba junto a su pareja y su hijo cuando fue atacado por un italiano de 46 años con problemas mentales que apuñaló a otras cinco personas.
El español Pablo Marí, jugador del Arsenal cedido en el Monza italiano que fue apuñalado en la espalda ayer, aseguró hoy, después de ser operado para reducir el daño muscular causado por el ataque, que tanto él como su familia están "bien a pesar de las circunstancias" y agradeció "todos los mensajes de apoyo".
"Después del duro momento que vivimos ayer, tanto mi familia como yo queremos comunicar que afortunadamente estamos todos bien a pesar de las circunstancias, y agradecer todos los mensajes de apoyo y cariño que estamos recibiendo", publicó en su cuenta oficial del Twitter el futbolista de 29 años.
"Además, queremos enviar el pésame y toda nuestra fuerza a los familiares y amigos de la persona fallecida, y deseamos de corazón que todas las personas heridas se recuperen lo antes posible", añadió el valenciano.
Marí se encontraba junto a su pareja y su hijo cuando fue atacado por un italiano de 46 años con problemas mentales que apuñaló a otras cinco personas, una de las cuales, un empleado del supermercado Carrefour, falleció mientras era trasladado al hospital.
Hoy, el futbolista fue operado para reducir el daño muscular.
VER TAMBIÉN: Infantino: 'Si no apoyo a las mujeres no puedo volver a casa por las noches'"La operación salió bien y se espera sea dado de alta en dos o tres días" y después "el jugador podrá iniciar un proceso de rehabilitación. Este tipo de lesión muscular suele requerir dos meses de reposo antes de poder retomar la actividad física", se lee en el parte médico enviado a EFE.
El autor del ataque, identificado como Andrea Tombolini y que estaba siendo tratado por problemas mentales, explicó que sintió "envidia", al ver "a toda esa gente feliz", al fiscal que lleva el caso y que ha decretado su internamiento de forma cautelar.
DetenciónSegún los medios locales, el agresor fue detenido gracias a la intervención del exjugador de fútbol Massimo Tarantino, que militó en Bolonia, Inter y Nápoles, que consiguió inmovilizarlo hasta la llegada de la policía.