Jasmin Paris ha logrado concretar una de las historias más impresionantes del deporte.
Y es que la corredora británica, de 35 años de edad, se convirtió en la primera mujer en ganar los 431 kilómetros de la ultramaratón Montane Spine Race, considerada una de las más duras de las que hay de resistencia de Europa.
VER TAMBIÉN: La entrenadora alemana que 'elige' a sus jugadores por el tamaño de su pene
Sin embargo, lo más asombroso es que Paris, que completó el exigente recorrido en 83 horas, 12 minutos y 23 segundos, lo hizo con la particularidad de que en los puestos de descanso se extraía leche para alimentar a su hija de 14 meses.
"Hice algo totalmente loco y participé en la prueba que juré nunca iba a correr", le dijo Paris a la BBC.
En cada puesto de avituallamiento, Paris se reunía con su marido para, con un sacaleches, extraer leche para su hija Rowan.
VER TAMBIÉN: Peleadoras de UFC hablan sobre lo que significa ser una deportista lesbiana
La atleta aseguró que, cuando se planteó hacer esta carrera, pensaba que ya no tendría que amamantar a su hija. Sin embargo, un catarro antes de las Navidades, según desvela Runner's World, impidió que pudiese destetarla a tiempo.
Hasta este competencia, Paris solo se había separado de Rowan un par de veces en estos 14 meses. "Mentalmente será algo complicado pero, por otro lado, tengo la mejor motivación para llegar al final en Kirk Yetholm lo más rápido posible", había escrito en el blog de uno de sus patrocinadores antes de la prueba.
De acuerdo a lo registrado por medios internacionales, Paris había dejado leche materna preparada, pero tuvo que extraerse más para evitar la mastitis, una inflamación en el tejido mamario que provoca dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento.
"Rowan estaba muy desconcertada al verme en la línea de meta, como si pensara que podría volver a marcharme", confesó Paris a ABC News nada más acabar la carrera.
Alucinaciones
Para finalizar, Paris cuenta que: "En el último sector estuve viendo animales aparecer detrás de cada roca, hasta el punto que olvidaba lo que estaba haciendo. De vez en cuando pensaba, '¿qué estoy haciendo aquí?'. Es realmente muy duro... Está oscuro durante dos terceras partes del tiempo que estás corriendo".