Lance Armstrong ha vuelto a encender la polémica con unas controversiales declaraciones brindadas a NBCSN, que sacó a la luz un adelanto de la entrevista que publicará al completo el próximo día 29 de este mes.
El ciclista estadounidense, protagonista de uno de los casos de dopaje más famosos en la historia del deporte, confiesa que no se arrepiente ni se lamenta de ninguna de las medidas que tomó para ganar el Tour de France durante siete ocasiones.
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"Hicimos lo que teníamos que hacer para ganar. No era legal pero no cambiaría nada pese a que he perdido mucho dinero y he pasado de héroe a la nada. No cambiaría nada de la forma en la que he actuado. Quiero decir que lo volvería a hacer, pero esa es otra respuesta más larga", señaló.
"Yo no cambiaría nada, no cambiaría la forma en la que actué. Si no hubiera actuado de esa manera no hubiese aprendido todas las lecciones que aprendí. Si me hubiera dopado y no hubiera dicho nada, nada de eso hubiera sucedido", agregó.
"Fue un error que llevó a más errores. Eso provocó el mayor colapso en la historia del deporte, pero aprendí mucho. No quiero poner excusas por lo que hicimos o no habríamos podido ganar sin ello. Fui el único que tomó la decisión sobre lo que hice", continuó.
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"Si me dopo y no digo nada, nada de esto habría pasado. Es como si quisieran que me atrapasen, era una presa fácil", sentenció.
Las consecuencias
Armstrong fue despojado de sus siete campeonatos del Tour de France, perdió millones de dólares en sus paotrocinadores y se vio obligado a abandonar su propia Fundación Livestrong durante el conocido escándalo.
El norteamericano fue suspendido a perpetuidad en 2012 después de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) ratificara las sanciones de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos. El propio Armstrong admitió su dopaje en una entrevista con la periodista Oprah Winfrey.