Para los aficionados de Boca Juniors y River Plate en Madrid, la inesperada realización de final de la Copa Libertadores en la capital de España es un milagro.
El duelo por el título del torneo continental se escenificará en una ciudad donde se concentra una de las comunidades de argentinos más grandes fuera del país sudamericano.
Cuando el jueves trascendió que el partido se jugará en Madrid, argentinos en todas partes de España y otros países europeos empezaron a movilizarse para la vuelta el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu.
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Madrid albergará la cita entre los archirrivales argentinos luego que graves incidentes de violencia provocaron que el partido, previsto para el pasado fin de semana, fuera pospuesto dos veces.
Hinchas del local River agredieron el autobús que trasladaba al plantel de Boca con piedras, palos y botellas en las inmediaciones del estadio Monumental en Buenos Aires el sábado. Varios jugadores boquenses resultaron heridos.
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River apeló la decisión de la Conmebol de trasladar el partido a España por razones de seguridad, pero era poco probable que su recurso prospere. Otro tanto se presume con el reclamo de Boca de que su oponente sea descalificado.
Una final en Madrid ha generado sentimientos encontrados entras las peñas como se le conoce en España a los grupos de aficionados de Boca y River.
Todos queríamos que se jugase en nuestro estadio en Buenos Aires, dijo Fabio Vides, miembro de una peña de River e Madrid. Aquí las sensaciones no van a ser la mismas. Es como una final de la Liga de Campeones en un país de Latinoamérica.
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García-Mansilla, un argentino que lleva dos décadas viviendo en Madrid, dijo sentirse feliz de que la final se escenificará en su ciudad adoptiva.
Para mí, tener la final de la Libertadores, y contra Boca, aquí donde vivo, es una especie de milagro. Ni en el mejor de los sueños esperaba que ocurriera cosa así, afirmó. Que me traigan a Madrid un River-Boca es como el cometa Halley. Es un milagro.