La UEFA ha rechazado la solicitud del alcalde de Múnich, Dieter Reiter, en nombre del ayuntamiento de la ciudad, de iluminar el estadio Allianz Arena con los colores del arco iris en el partido de la tercera jornada de la fase de grupos entre Alemania y Hungría.
El máximo organismo europeo recibió el lunes una carta del primer edil en el que este exponía que la petición "está motivada por una decisión política que ha sido tomada por el parlamento húngaro", que aprobó una polémica normativa que prohíbe, entre otros, hablar sobre homosexualidad en los programas escolares y que ha sido calificada de "homófoba" por la oposición progresista y por ONG internacionales.
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"La UEFA entiende que la intención es también enviar un mensaje para promover la diversidad y la inclusión", señala en un comunicado, en el que precisa que es una causa que "ha estado apoyando durante muchos años habiendo unido fuerzas con los clubes europeos, las selecciones nacionales y sus jugadores, lanzando campañas y un gran número de actividades en toda Europa para promover la ética de que el fútbol debe estar abierto a todo el mundo. Y, en consecuencia, la UEFA ha propuesto fechas alternativas para la iluminación que se alinean mejor con los eventos existentes", explica el organismo futbolístico continental.
Insiste en que "está decidida a desempeñar su papel en el cambio positivo y cree que la discriminación solo puede combatirse en estrecha colaboración con los demás.
Como organismo rector del fútbol europeo, la UEFA reconoce que tiene la obligación de unir y coordinar los esfuerzos de los aficionados y las instituciones de toda Europa, porque es responsabilidad de todos eliminar la discriminación del fútbol".
Y apunta que en la preparación de la Eurocopa, lanzó una campaña llamada "Sign for an Equal Game" "que anima a los aficionados, jugadores, clubes, federaciones nacionales y otras partes implicadas en el fútbol a unirse a la lucha contra la discriminación".
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Pero la UEFA recuerda que "a través de sus estatutos, es una organización política y religiosamente neutral. Dado el contexto político de esta solicitud específica -un mensaje dirigido a una decisión tomada por el parlamento nacional húngaro" "debe rechazar esta solicitud".
Pese a ello, el organismo futbolístico continental propone "a la ciudad de Múnich iluminar el estadio con los colores del arco iris el 28 de junio, el Día de la Liberación de Christopher Street, o entre el 3 y el 9 de julio, que es la semana del Christopher Street Day en Múnich (celebración del día del orgullo gay)".
Crítico
El Gobierno húngaro criticó como "dañinos y peligrosos" los planes del Ayuntamiento de la capital bávara. El ministro de Exteriores magiar, Péter Szijjártó, dijo en declaraciones a la prensa de su país al margen de una reunión ministerial en Bruselas que "en la propuesta de iluminar (el estadio) se detecta claramente la intención de mezclar la política con el deporte, porque todo el mundo sabe de qué se trata".
Decepcionado
En unas breves declaraciones para reaccionar a la decisión de la UEFA, Reiter se dijo "avergonzado" y "decepcionado" por la prohibición y avanzó que Múnich seguirá mandando una "señal clara" iluminando durante el encuentro de la Eurocopa con la bandera arcoiris el ayuntamiento, una noria y la torre de telecomunicaciones de la capital bávara.
"No creo que la UEFA se muestre así como una institución abierta y tolerante", consideró.