La selección de Inglaterra le hizo caso a su entrenador, se centró en el fútbol y goleó a una pobre Irán (6-2), con una gran actuación de Bukayo Saka, con un doblete, de Harry Kane, en versión asistente, y de un Jude Bellingham que hizo su primer gol con los 'Tres Leones'.
"Toca hablar de fútbol", dijo Southgate en la previa, cansado de las continúas preguntas sobre la situación catarí y el poco interés en la propia pelota.
Sus quejas cayeron en saco roto, porque la previa estuvo colonizada por el brazalete de "OneLove" y su prohibición por parte de la FIFA y su veto por parte de la federación inglesa.
No hubo sorpresa de última hora y Harry Kane, amenazado de amarilla, no lució el brazalete.
Quienes no se plegaron fueron los de Carlos Queiroz, que ayudados por una afición harta de las injusticias de su país, denunciaron las barbaridades de su régimen. Los jugadores no cantaron el himno, no celebraron los goles y los carteles de protesta en la grada fueron numerosos.