El béisbol panameño tiene mil y una historias llenas de valentía y amor por la camiseta. Uno de esos capítulos ocurrió el 8 de agosto de 1982, en el estadio Latinoamericano, en la Habana, Cuba. Aún es recordado por muchos de los fanáticos de este deporte.
Se disputaban los XIV Juegos Centroamericano y del Caribe, cuando la novena de Panamá saltó al terreno de juego de ese mítico diamante y venció 2 por 1 a su similar de Cuba, que había conquistado los últimos tres mundiales (1976, 1978 y 1980) y una Copa Intercontinental (1979).
"Era muy difícil decir que se le podía ganar a ese equipo, porque venía de ganar todo. Era muy difícil, pero se logró", dijo el herrerano Crispín Poveda, quien fue el lanzador ganador de esa noche, al permitir una carrera en 7.2 episodios y diez imparables. Además, recetó dos ponches y otorgó un pasaporte.
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"En esos momentos, teníamos de 'coach' de lanzadores al cubano Benito Camacho, quien nos dijo que debíamos trabajar a los bateadores con lanzamientos que rompen, porque la recta no los iba a afectar mucho. Gracias a Dios todo salió bien", agregó.
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El partido concluye con largo batazo del cubano Víctor Mesa, por todo el jardín central, que fue dominado, con elegancia, por el patrullero Julio Murillo, quien de espalda al plato agarra la bola justo antes de chocar con la paredilla.
"Esa fue una gran jugada. No la pude ver porque el doctor Serracín me estaba poniendo hielo en el brazo. Solo escuché el grito de los muchachos. Otra jugada importante fue cuando Rodrigo Luque sorprende a un bateador en primera base, cuando las cosas se habían complicado en el octavo episodio", destacó Poveda.
Lanzador que venció a Cuba.
teníamos de 'coach' de lanzazadores al cubano Benito Camacho, quien nos dijo que debíamos trabajar a los bateadores con lanzamientos que rompen, porque la recta no los iba a afectar mucho.
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años han pasado de esa victoria.
Hay tantos momentos especiales, esta victoria es uno de ellos. Los Clásicos de Azueron también son importantes. Gané 11 consecutivos, pero no pude ganar en los siete últimos.