Conocido por tener una destacada carrera como pelotero y comentarista deportivo, Boris Castillo vive una nueva etapa en su vida al servicio de Dios como diácono permanente, que tiene objetivo el servir a los más necesitado.
Aunque esto no es nada nuevo para él, ya que manifiesta que sus padres siempre le inculcaron el valor de ayudar al prójimo.
"Esto lo hacía diario, pero en el campo laboral, en la atención al cliente y mucho en el aspecto mercantil. También cuando jugaba béisbol me gustaba mucho enseñar y ayudar a los compañeros, igualmente cuando fui docente. Eso estaba desde niño", dijo Castillo, quien reveló cómo surgió el camino para convertirse en diácono.
"En 2012, una señora me dice: 'Dios me ha puesto en mi corazón que vas a hacer diácono'. Yo solo me reía y me decía: ¿Yo diácono?, ni pensarlo. Pero sí calaron esas palabras porque el sacerdote que ha sido mi guía espiritual y amigo, había asumido el cargo de director del Diaconado Permanente. En la actualidad, se mantiene", agregó.
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Castillo explicó que para ser diácono tuvo una preparación de siete años y que todo ocurrió después de haber dejado las transmisiones deportivas.
"Muchas personas piensan que ser diácono es una cosa de otro planeta, pero seguimos siendo personas normales. Lo único es que estamos llamados al servicio, porque eso significa el diaconado. Es servir a los demás y a la familia. Es el servicio a la doble sacramentalidad", manifestó Castillo, quien tiene títulos en Psicología, Comunicación Social y Mercadeo y Publicidad.
"No somos sacerdotes. No podemos optar para el sacerdocio, porque ya tenemos el sacramento del matrimonio. El diácono es el primer grado del Sacramento del Orden, después siguen el sacerdote y el obispo", añadió.
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El exbeisbolista indicó que en la actualidad es el capellán del Centro de Rehabilitación El Renacer y el Centro de Cumplimiento para Jóvenes y Menores Infractores de Panamá .
"Es un año para recordar, porque el servicio ha sido diferente. Ha sido un servicio que se ha visto mucho ahora en la Semana Santa, en el que el arzobispo me ha pedido el apoyo en el altar y ese es el trabajo que se ve, pero el que no se ve ocupa más tiempo", señaló Castillo.
"Tratando de conseguir las donaciones, para que puedan tener lo mínimo. Algunos han tenido la oportunidad y no lo han aprovechado, mientras que otros no la han tenido y solo les queda el camino de las pandillas, drogas y delincuencia. Lo importante es que se han visto cambios", finalizó.
se retiró en 1998 del béisbol.
15
años trabajó en las transmisiones deportivas.
En 2012, una señora me dice: 'Dios me ha puesto en mi corazón que vas a hacer diácono'. Yo solo me reía, y me decía: ¿Yo diácono?, ni pensarlo.
Muchas personas piensan que ser diácono es una cosa de otro planeta, pero seguimos siendo personas normales. Lo único es que estamos llamados al servicio, porque eso significa el diaconado. Es servir a los demás y a la familia. Es el servicio a la doble sacramentalidad.
1994
Castillo quedó Campeón con Panamá Metro.
27
de abril Castillo cumple un año como diácono.