"Ay, ay, me duele", exclamaba Astinia Bram, mientras observaba cómo la grúa pórtica de mil toneladas de peso hacía crujir su "mula" Lía Priscilla, cuando la sacaba del río Pedro Miguel, en las vías del puente Centenario.
Hace tres años invirtió $25 mil en la compra del articulado, al que llamó Lía Priscilla, nombre de sus dos hijas, y que ayer quedó destruido al caer de lo alto del puente sobre el río Pedro Miguel.
Al ser un vehículo de más de 10 años, solo contaba con una póliza de seguro de daños a terceros, pues aunque Bram quiso un seguro completo, no se podía.
Es por esto que a la pequeña empresaria no le quedó de otra que sacar de su bolsillo los casi $5,000 que le cobró la compañía de la grúa por sacar del río la mula y su contenedor.
Aunque la pérdida económica le duele a Bram, da gracias a Dios por que Juan Puyol, conductor del articulado, y su ayudante Alberto Montenegro salieron ilesos del accidente.
Sostuvo que Puyol y Montenegro venían de una mina ubicada en Coclé cuando la llamaron para informarle que habían sufrido un accidente.
Cabe resaltar que en este mismo puente, 3 de julio de este año, otro articulado quedó colgando y por poco se va al vacío.
Los inspectores de la Dirección de Operaciones del Tránsito investigan para determinar responsabilidades en este accidente.