Mientras algunos dormían y unos seguían con el estrés del tranque, otros se las ingeniaban para tratar de acampar cerca de las sedes donde se desarrollaba la venta de jamón a $8 del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA).
Un día antes...
A eso de las 4:00 p.m. del martes, Elena Sánchez, de 47 años, quien vive en Río Congo de La Chorrera, dejó la comida lista y la lonchera de los pelaos (sus tres hijos) para agarrar un chiva que la trasladaría en 25 minutos al Parque Feuillet. Lo siguiente que hizo fue agarrar un taxi y así llegar al patio de la Feria Internacional de La Chorerra, lugar de la venta de jamón.
Antes de caer la noche, Sánchez estaba con otra multitud de gente, pero no fue hasta las 6:00 a.m del día siguiente que se comenzó a vender el tan esperado jamón. No me importó madrugar con tal de conseguir ese jamón a $8. La situación económica nos tiene a todos mal, dijo ayer a las 7:00 a.m. Estaba emocionada, pues ya tenía en mano el jamón, luego de esperar más de 10 horas despierta.
No obstante, si en Panamá Oeste se vivió esta realidad, en la 24 de Diciembre la gente iba con termo de café para aguantar la noche y ser los primeros de la fila en recibir los boletos. El escenario era como un retiro espiritual, pero sin la palabra y oración. En el lote baldío de la 24 de Diciembre había niños con colchas, otros arropados de pie a cabeza.
El día de la venta
Y amaneció sin lluvia. Mientras ya se había anunciado de que los boletos se habían agotado más temprano de lo esperado, a consecuencia de los que no durmieron, panameños seguían firmes en la fila con la ilusión de conseguir el tan esperado jamón, ayer.
#ElPaisDD La señora María acampó con sus vecinas a eso de las 11 p.m de ayer para conseguir su jamón. A las 7am de hoy salió con jamón en mano. Reporta:@b_ducreux pic.twitter.com/tn2Ofxvpoe
Diario DiaaDia (@DiaaDiaPa) 5 de diciembre de 2018
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La desesperación de algunos de los presentes hizo que cayeran en el juegavivo de oportunistas, quienes se hacían pasar por funcionarios del IMA para vender boletos.
Esto fue desmentido por la entidad y comenzó los dime y diretes del público en Pan de Azúcar, San Miguelito, por lo que actúo la Policía Nacional para poner el orden.
Conforme fueron pasando la horas, de las casi miles de personas que estaban presentes en las naviferias, se fueron desanimando y tomaron camino para sus hogares.