Las malas amistades y el dinero fácil llevaron a dos hermanos y un primo desde muy jóvenes por el camino de las drogas, armas, pandillas y los lujos que le ofrecía este tenebroso mundo, que los sumergió en un laberinto del que pudieron salir gracias a Dios.
La presión de grupo los llevó por malos caminos
Joseph y Ovidio Linares y su primo Omar Jaramillo se criaron en Veracruz, Arraiján, desde que eran unos adolescentes andaban para arriba y para abajo, eran como tres mosqueteros, pero en vez de hacer el bien, hacían cosas malas.
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Venta de drogas, robos, balaceras en las calles, eran el pan nuestro de cada día de estos tres chicos.
Ellos sembraban el terror en su comunidad: "Nos encargábamos de que la gente nos respetara y al mismo tiempo tiempo nos defendieran, pues no dejábamos que ningún foráneo llegara y le robara a los vecinos", sostuvo Oviedo Linares.
Eran el terror de su barrio
Estando en ese mundo de violencia, Ovidio vivió dos experiencias (un sujeto le hizo cinco disparos y otra que casi queda en la cárcel), que marcan su vida y lo hacen reflexionar de que no iba a terminar bien si seguía en malos pasos.
Conformaron una agrupación musical que se llama Las Voces del Reino
"El acercamiento mío con Dios fue porque tuve un altercado con una persona, me disparó cinco veces a menos de un metro y ni una sola bala me pegó y eso fue algo que Dios metió su mano. Después me agarraron con un arma y una caja de balas y estaba a punto que me mandarán para La Joya", comentó Ovidio.
Al ver que iba a pisar una cárcel por primera vez en su vida, le pidió una oportunidad a Dios. "Si es verdad que tú me amas sácame de aquí, ya que un siervo siempre me decía eso y que Dios tenía un plan para mí".
Cantan y predican la palabra de Dios a los jóvenes
Hablar de sus vivencias y traducirlas en música es atractiva para los jóvenes
Increíblemente su petición a Dios se hizo realidad, porque salió sin seguimiento y ninguna persecución de la policía, cosa que lo impactó y lo llevó a aceptar a Dios en 2015. Un año después de que por poco quedara tras las rejas.
No cuentan con un estudio permanente para grabar sus canciones
Ese siervo que le predicaba que Dios tenía un próposito para él, era su primo Omar Jaramillo, su compañero de travesuras, pero estaba apartado de Dios y cuado Oividio se convierte lo jala nuevamente a los caminos del Señor.
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En tanto, a su hermano Joseph, quien seguía vendiendo drogas, delinquiendo y tirando balas, buscó a Dios cuando fue impactado por el testimonio de otro de sus hermanos, quien fue levantado por Dios, ya que era un piedrero y comía de la basura, pero sin ir a ningún centro de rehabilitación pudo salir de ese mundo de perdición.
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En la actualidad Ovidio, Joseph y Jaramillo son criaturas nuevas en Cristo y en vez de tirar balas, robar y vender drogas, llevan mensajes de arrepentimiento, dejar las drogas y las calles a través de su música, por medio de su grupo Las Voces del Reino.