Las manos del señor Ceferino Espino son muestra del arduo trabajo que ha realizado por años. Él es el jefe del Taller de Ebanistería del Instituto Panameño de Habilitación Especial (Iphe) que, además de fabricar mueblería en general, se encarga todos los años de confeccionar las astas y bases que sostienen las banderas de todo tipo que ondean en el territorio nacional. Instituciones de gobierno, empresas privadas, embajadas...muchos son los beneficiados de la labor que desarrolla la unidad que lidera el señor Espino.
La tarea se intensifica para el mes de noviembre. Hay muchas astas y bases que deben mantener en alto a la hermosa tricolor, pero en ocasiones la faena queda invisible, sobre todo para la época de Fiestas Patrias.
La atención se concentra en la bandera (y cómo no), pero, si se mira más abajo, también hay un trabajo valioso de artesanos que tomó meses.
Casi cualquier cosa que sea de madera, se puede hacer en el taller de ebanistería del Iphe, dice orgulloso el señor Espino.
Entre 600 y mil astas y bases por año hacen los integrantes del taller, que empiezan la faena desde agosto, utilizando la madera del cedro espino para las astas y de plywood para las bases; estas en cortes de 45 grados.
Esta semana entregaron al Órgano Judicial 35 astas.
A pesar de que la tarea no cesa, comparado con otros años, la demanda ha sido baja este 2019. Espino atribuye la situación al cambio de Gobierno que fue reciente, así como a la austeridad en la que se encuentran las instituciones.
Los tamaños de las astas varían. Si van a ser utilizadas en oficinas, el tamaño es de siete pies de alto, y si son para otros sitios, serían de 8 pies.
Pero, un tamaño que definió como extraordinario el señor Ceferino, fue el asta que confeccionaron para colocar la bandera ubicada en el edificio de la Asamblea Nacional de Panamá. Ese fue de caoba y 14 pies de alto.
Cada asta, por ejemplo, la de siete pies, podría demorar tres horas de confección, mientras que la base unas cinco horas.
El ebanista admitió que la calidad de la madera en general ha disminuido, quizás porque un árbol de caoba necesita 60 años para estar disponible, el cedro espino le dobla el tiempo; sin embargo, estos se están cortando cada 30 años. La madera que utilizan proviene de la provincia de Veraguas y/o Darién.
El señor Ceferino y su equipo trabajan con ahínco para que las banderas puedan lucirse no solo en noviembre, sino el resto del año y así mantener en alto el sentimiento patriótico de los panameños.
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