Un grupo considerable de vendedores ambulantes de chicles, caramelos, frutas y otros pequeños artículos de uso cotidiano como toallitas, pañuelos que se ubicaban en los semáforos y en otros sectores de las calles de la ciudad de Santiago, fueron sacados de sus humildes negocios por unidades de la Policía Nacional, para dar cumplimiento a un decreto alcaldicio que les prohíbe hacer las ventas.
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Andrés Gutiérrez, vendedor ambulante y residente en Atalaya, a través de este medio, solicitó a la máxima autoridad alcaldicia del distrito de Santiago, Samid Sandoval, que les conceda a ellos la oportunidad para continuar con las ventas y poder llevar al menos el sustento diario a su familia, con el compromiso de cumplir con el pago de los impuestos.
En una entrevista reciente, la licenciada Karina Angulo, jefa de asesoría legal de la alcaldía santiagueña, dijo a los medios de comunicación social que se hizo un decreto para regular la actividad de la buhonería ambulante y otras actividades en este distrito, ante la queja ciudadana de algunos eventos irregulares entre coterráneos y extranjeros en disputa a los lugares de ventas entre estos los semáforos.
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La asesora municipal en Santiago fue clara con el decreto y dijo que se tomaba en cuenta que la buhonería debe ser ejercida por personas panameños y no por extranjeros y en las calles se habían dado situaciones de desorden público donde se involucraban a extranjeros que estaban ejerciendo la buhonería sin control.
Explicó que se pidió la colaboración de las instituciones como Policía Nacional, alcaldía, jueces de paz, Migración, Aduanas entre otras para actuar cuando se hacen los operativos para tomar los correctivos de este asunto.