Luego de haber sido desmantelada una presunta secta religiosa en el sector de Kankintú en la comarca Ngäbe Buglé, las autoridades están tras la pista del líder de esta agrupación que mantenía retenidos a más de 27 personas entre niños y adultos.
El Ministerio Público confirmó a través de un comunicado la tarde de este sábado que se había iniciado a través de la personería de Kantikú, una investigación por el presunto delito contra el orden jurídico y familiar desde el pasado 18 de mayo.
Se trata de un grupo de 27 personas que eran guiadas por un hombre presuntamente el subjefe de esta secta desde Jirondai hacia Kankintú donde fueron detenidos por las autoridades.
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En el grupo de personas todos indígenas se mantenían 14 menores de edad en edades de 2 y 11 años y según se indicó caminaron por más de ocho horas.
De forma inmediata autoridades de Salud brindaron atención médica a las personas dando positivo a Covid-19 el presunto subjefe de esta lo organización y ocho personas más, quedando en cuarentena obligatoria, mientras que el resto de ellos por ser contactos directo bajo aislamiento epidemiológico.
Se conoció que personal del Ministerio de Desarrollo Social y unidades de la Policía de menores ya se mantiene en la zona dando apoyo sanitario, alimentación y ayuda sicológica.
Una fuente cercana al hecho indicó que estas personas eran retenidas y maltratadas e incluso se hablaba de miembros poseídos.
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La información salió a la luz pública tras la denuncia realizada en redes sociales donde la activista y defensora de niños en Chiriquí, Lucy Córdoba diera detalles del hecho que se había registrado para el 17 de mayo en la comarca en el sector de Kankintú.
Pocas horas después el Ministerio Público emitía un comunicado donde daba a conocer sobre la investigación que se lleva a cabo por la existencia de esta presunta secta.