La realidad de cientos de familias en la comarca Ngäbe Buglé vuelve a quedar en evidencia: cruzar ríos y quebradas crecidas continúa siendo un riesgo mortal ante la ausencia de puentes y caminos seguros.
En la reciente gira por la provincia de Veraguas, el ministro de Obras Públicas, José Luis Andrade, admitió que la institución que el dirige “no tiene una varita mágica” para resolver de inmediato todos los problemas de infraestructura que afectan a la comarca. Aunque señaló que existen proyectos de construcción de puentes, no precisó si los de Agua de Salud y Guayabito, comunidades históricamente olvidadas, forman parte de esas obras.
La respuesta genera ciertas dudas que soluciones para los habitantes de la comarca, quienes cargan sobre sus hombros las consecuencias de décadas de abandono estatal donde es importante la formulación de proyectos como los antes mencionados.
“Han muerto muchas personas, entre ellos niños, intentando cruzar los ríos para ir a la escuela. Esto no puede seguir así”, denunció Jovita Miranda, vocera de mujeres campesinas Ngäbe, al recalcar la urgencia de contar con pasos seguros.
Cada invierno, las lluvias convierten en trampas mortales los afluentes que separan a estas comunidades, y la población se ve obligada a improvisar peligrosos puentes de troncos o a desafiar las aguas crecidas, poniendo en riesgo la vida de niños, jóvenes y adultos.
Mientras el Gobierno Central habla de limitaciones presupuestarias y planificación de proyectos a futuro, en el presente las comunidades siguen esperando una respuesta concreta. Para los residentes, la falta de acción equivale a condenarlos a vivir entre el aislamiento y la tragedia.