El Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), máximo órgano representativo del sindicalismo en Panamá, rechazó las declaraciones de Rubén Castillo, abogado laboralista vinculado al sector empresarial y expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), quien temerariamente pretende que se reforme el Código de Trabajo para imponer la anulación o cambios ilegales de los Convenios Colectivos de Trabajo.
Esto con el fin de que se les permita degradar a los trabajadores y trabajadoras de sus puestos, disminuir sus condiciones laborales y bajar los salarios.
El Código de Trabajo de la República de Panamá ya contempla las medidas temporales que se pueden aplicar en un contexto de crisis, tal como se realiza a través los Decretos Ejecutivos y Resoluciones ministeriales que permiten: adelantar vacaciones, reducir la jornada de trabajo y suspender temporalmente los contratos de trabajo.
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Así mismo el Artículo 416, establece la posibilidad de revisión de los convenios colectivos ante circunstancias excepcionales de acuerdo con la situación del sector económico y de cada empresa.
Entonces, resulta evidente que la pretensión del sector empresarial es aprovecharse de la crisis, para conseguir medidas abusivas de flexibilidad laboral que le permitan violar derechos humanos y laborales, tal como lo habían planteado desde antes de la aparición del COVID-19.
Esta posición, va en contra del llamado a la solidaridad para enfrentar la crisis del presidente de la república y resultarían contraproducente para la recuperación económica cuando se supere la crisis sanitaria, porque profundizarían aún más la gran brecha de desigualdad y exclusión que persiste en la sociedad panameña como consecuencia de las políticas neoliberales aprobadas durante décadas por los distintos gobiernos e impulsadas por el empresariado.
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Por último, Conato manifiesta su preocupación frente a la reciente declaración del presidente Laurentino Cortizo, el 31 de marzo de 2020, cuando señaló que las medidas económicas que se adoptarían después de superada la crisis sanitaria están siendo consultadas con empleadores y trabajadores.
Sin embargo, el sindicato no ha sido consultado sobre dichas medidas pese a que el código de trabajo señala que es este el ente consultivo en representación de los trabajadores y trabajadoras.
Con estas posiciones del sector empresarial el futuro de Panamá es el de un país, en el que las desigualdades serán aún más profundas y crueles, donde los sectores dominantes se harán muchos más poderosos y la clase trabajadora, la que más sufre la crisis, mucho más pobre.