Para tener solo 26 años, Alejandro Huerta Franco tiene más reflexiones e incentiva más que cualquier coach motivacional. De hecho, lo primero que pregunta antes que todo es, ¿qué te hace feliz?, y uno queda de inmediato consultando a la mente para responder.
Su respuesta a esta interrogante es viajar, y eso es lo que ha hecho durante los últimos años; en ocasiones, sin compañía. Sin embargo, sus viajes distan de boletos de avión, aeropuertos o maletas pesadas.
Con su auto, un Land Rover Defender al que llama "el vibes mobile" o "mama", porque se ha convertido en un "ser protector", Alejandro ha recorrido más de 70 mil kilómetros en carreteras panameñas, muchas veces sin un plan trazado.
Arrojando un número, ha estado en más de 70 zonas distintas de las diez provincias de Panamá. Esta vez, ha decidido emprender un viaje con "mama" de más de 15 mil kilómetros hasta el estado más grande y menos poblado de los Estados Unidos: Alaska.
Serán cuatro o seis meses frente al volante, pasando por nueve países incluyendo Belice, con manejos inferiores a cinco horas entre destinos, para no exigirle al carro, ni a él y así administrar mejor los recursos como el combustible y la comida.
Y no, no se cansa de manejar, porque asegura que, cuando conduce, entra en un "estado de meditación".
"No me canso de manejar, porque me hace feliz...el viaje es para fluir, más que cumplir un tiempo o una meta, es para conocernos a nosotros mismos y conocer la ruta", destaca, pues esta vez hará el viaje acompañado de su novia.
Y conducir sí que debe hacerlo feliz, porque Alejandro, que estudió licenciatura de negocios internacionales con énfasis en banca y finanzas, abandonó su trabajo por este estilo de vida del cual asegura estar acostumbrado, porque sus padres le llevaron desde pequeño a ese ritmo.
"Yo creo que lo primordial para mí y para cualquier persona que quiera cumplir sus sueños, es aprender a soltar los miedos, creo que es lo más importante, el miedo al fracaso, creo que eso es importante, todos tenemos que sacarnos ese chip, a mí me paralizó por años, en muchas cosas. Creo que aprender a soltar los miedos y saber que muchas cosas que nos imaginamos son eso, imaginarias", expresa.
¿Por qué Alaska?
Su destino es este estado porque quiere ver en vivo y a todo color un fenómeno que solo vio por televisión cuando era niño y que lo dejó encantado: la aurora boreal. Ese anhelo fue impulsado por un letrero instalado en Yaviza que lleva la frase: kilómetro 12,580 final desde Alaska, el cual vio cuando visitó la provincia de Darién.
Además, quiere llevar el nombre de Panamá a otras fronteras, porque dice que es devolverle al territorio canalero todo lo que le ha ofrecido.
"Las personas no se dan cuentan que no nací aquí y cuando lo hacen, es como, ¡wao!, no eres de aquí y estás haciendo esto...resulta que no importa de dónde vengas, sino cómo adoptas tu lugar, y siento este mi hogar", dice el joven nacido en Venezuela, que llegó hace 12 años a Panamá.
Este reconocimiento al país centroamericano lo refuerza a través de su cuenta de Instagram @vibesofpanama, donde retrata cada zona panameña que visita, demostrando que "hay un millón de sitios interesantes en el medio de los típicos lugares" y apoyando a comunidades locales que no cuentan con los recursos para promoverse a sí mismos.
Preparación
Por obvias razones, Alejandro viene preparándose para el viaje. Contrario al resto de sus excursiones, las cuales planificaba sentado en su puesto de oficina un miércoles o jueves con un mapa de Panamá en la pantalla del computador, la expedición a Alaska es más detallada.
Su vehículo cuenta con cocina de propano, artículos para cocinar en leña si es necesario, nevera, un bidón con agua y filtro (cubierto por 20 mil litros)y tanques para ducharse con bombas a presión, entre otros elementos que le facilitarán el viaje.
Fuera de eso, Alejandro dice que "hay ríos, playas, siempre hay un lugar que te ofrece una ducha, un sitio donde se cocina rico o alguien que te invita a su casa".
"De hecho, soy feliz descalzo, sin camisa y con mi protector solar", dice entre risas.
Sus experiencias con el "vibes mobile"
El "vibes mobile" fue comprado por Alejandro en 2014; se trata de un vehículo que funcionaba para la Cruz Roja y que sirvió en la misión de Haití para el terremoto de 2010.
El auto ha sido modificado con el tiempo para responder a las necesidades de los viajes.
"Una vez me quedé atascado y lo primero que hice fue colocar el winch (cabrestante), a los meses compré una suspensión para que estuviera más cómodo, luego compré las luces y así fui poco a poco... las cosas del carro han sido ensayo y error", cuenta.
Alejandro ha sido afortunado durante sus recorridos, solo recuerda un suceso que le ocurrió en la provincia de Bocas del Toro.
"Me estacioné para tomar una foto entre Fortuna y Almirante, me estacioné en el borde de la carretera y empezó a lloviznar. Cuando iba a arrancar el carro, este empezó a patinar y no avanzaba. Había una pendiente y luego un risco. Tratando de salir, terminé yendo hacia adelante y caí...pasé por árboles que me golpearon, porque las ramas entraron por las ventanas. Pasé cuatro horas de terror, lloviendo, de noche y con frío. Esa fue la peor y la mejor situación, porque me arrodillé y le pedí a Dios ayuda; llegó un señor y luego más gente a ayudarnos. Ahí me di cuenta de la esencia del panameño", narra.
Alejandro tiene como meta llegar a Alaska antes de la segunda semana de noviembre, específicamente a la ciudad de Fairbanks. Partirá de Panamá el próximo 15 de julio de 2019.