Tras siete días de audiencia, pasada las las 7:00 de la noche de este martes, un tribunal de juicio en la provincia de Chiriquí encontró culpable a Robert Ryan Friedler, un ciudadano de origen estadounidense acusado de los delitos de abuso sexual (violación) actos libidinosos y corrupción de menores en perjuicio de ocho niños de la comunidad de Palmira en el distrito de Boquete.
El tribunal de juicio conformado por los jueces Dimas Moreno (presidente), Albinis Almengor (relator) y José Hernández (tercer juez) decidieron encontrar culpable de forma unánime a este sujeto ante las pruebas presentadas por las partes.
En el acto de juicio oral que inició el pasado lunes 20 de junio, pasaron por el estrado unos 57 testigos quienes relataron su versión de los hechos, mientras que seis testigos de la defensa decidieron no atestiguar, lo que llevó al norteamericano a solicitar a los jueces que le permitieran hablar señalando que en efecfo llevaba los niños a pasear, les daba golosinas entre otras cosas, pero que nunca abusó de ninguno de ellos.
Leer también: Entidades promueven mecanismos de participación ciudadana en el distrito capital
Tras las pruebas presentadas por la fiscalía se dio a conocer que el estadounidense violó a dos de los ocho menores, mientras que a otros dos se les presentó cargos por corrupción y seis por actos libidinosos, donde se dio a conocer que este sujeto los invitaba a su casa para que vieran películas pornográficas.
Dentro de las pruebas que se presentaron, el sujeto a uno de los menores le prácticaba sexo oral.
En el acto de audiencia se presentó un informe donde presuntamente este sujeto intento sobornar a testigos, incluso dos de los testigos, padres de dos niños, que inicialmente se mantenían como víctimas y que habían presentado la denuncia ante las autoridades, declararon a favor del extranjero.
Este sujeto abordaba a sus víctimas en las afueras del plantel educativo de la localidad de Palmira donde les ofrecía pasearlos en su motocicleta y de esta manera llevarlos hasta el lugar donde residía, para cometer los delitos.
Los niños eran estudiantes entre los 6 y 12 años que acudían diariamente al plantel educativo.
Tras la culminación de este juicio se fijó para el próximo 12 de julio la lectura de sentencia.