Defensoría del Pueblo abre queja colectiva por despidos en la Universidad Tecnológica de Panamá
Hay otros que no se presentan a denunciar, porque han recibido amenazas con bloquear el pago de prestaciones pendientes.
La Dirección de Acompañamiento Ciudadano de la Defensoría del Pueblo atendió a un grupo de docentes y exfuncionarios de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), quienes se presentaron a la institución para denunciar lo que ellos consideraron una ‘flagrante’ violación de derechos humanos por parte de la nueva administración.
Según el vocero de los afectados, Alcibiades Mayta, el rector recién electo ha tomado la decisión de desvincular en forma masiva a todos los que no votaron por él, que superan las 20 personas y hay otros que no se presentan a denunciar, porque han recibido amenazas con bloquear el pago de prestaciones pendientes.
En la Defensoría del Pueblo la Dirección de Orientación Ciudadana (DOC), una vez recibida la queja inicia el proceso de investigación para determinar la posible vulneración de derechos humanos.
Este medio conoció que las elecciones se realizaron el pasado 26 de octubre y a los días empezó la pesadilla para muchos trabajadores, especialmente aquellos que no votaron por el rector electo, Omar Olmedio Aizpurúa Pino.
Una vez la máxima autoridad de esta casa de estudios superiores toma posesión del cargo, el pasado 2 de febrero, se agudizó la situación, pues empezaron los despidos y traslados sin causas justificadas.
Mayta explicó que entre los afectados hay personas que estaban por jubilarse, personas con discapacidad, administrativos y conductores, entre otros.
Añadió que a estas personas se les notificaba que fueron despedidos, pero a los días era que le entregaban la resolución formal. Curiosamente este documento no decía la razón por la que son cesados. Según los afectados, con esta práctica "se está violando el debido proceso".
Instó a que estas alturas, a pesar de tanto desarrollo y se viven otros tiempos, todavía se aplique la medida de "no votastes por mi, entonces te voy a botar".
Aunque formalmente ya suman unos 20 despidos, la cifra podría llegar a 100, pero algunos, por presión, han optado por callar.