Una serie de anomalías en las infraestructuras del Centro Penitenciario Nueva Esperanza, en Colón, constató el equipo de la Defensoría del Pueblo, durante un recorrido a solicitud de los privados de libertad.
Entre las irregularidades observadas están inodoros colapsados, desborde de aguas de excretas en pasillos de constante paso, lonas extendidas como techos contra goteras a causa de filtraciones de agua en las losas.
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Igualmente, techos deteriorados y debilitados, filtraciones de agua de todo tipo en paredes, altos niveles de humedad por la presencia de hongos en las paredes, falta de ventilación y altas temperaturas, celdas clausuradas por desbordes de aguas de excretas o por invasión de roedores u otras plagas, malos olores, así como el colapso de tanque sépticos.
El personal de la Defensoría también detectó el hacinamiento de los reclusos y el aislamiento voluntario de algunos privados por conflictos pandilleriles.
Los privados de libertad indicaron que podrían iniciar próximamente una huelga por los problemas que padecen en las celdas y por retrasos o dilatación de sus procesos judiciales.
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La Defensoría del Pueblo se comprometió a abrir una queja y establecer los canales con el Ministerio de Gobierno a fin de atender los hallazgos y quejas de los privados de libertad.