La demanda máxima de energía o cantidad de potencia necesaria para abastecer a los equipos eléctricos encendidos en el país se registró el 10 de marzo, fecha en que iniciaron las clases, hasta alcanzar mil 969 megavatios.
El cierre de las oficinas públicas, privadas y centros comerciales ha impactado la demanda de energía eléctrica en el país, con una disminución de 500 megavatios durante el día, según el Centro Nacional de Despacho (CND) de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa).
Sin embargo, en las últimas semanas la demanda se ha mantenido con un promedio de mil 400 megavatios, es decir, una disminución de más de 500 megavatios.
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La caída en la demanda se observa mayormente durante las dos últimas semanas de marzo, cuando el gobierno impuso las medidas de cuarentena para que las personas se quedaran en sus casas, con el propósito de evitar la propagación del coronavirus, orden que obligó a miles de funcionarios y trabajadores privados a retirarse de las oficinas.
Esta disminución en la demanda de energía obedece a que no se están utilizando los acondicionadores de aires de las oficinas públicas y privadas, equipos que en conjunto con los sistemas de refrigeración demandan hasta un 60% de la energía del país.
Igualmente, el consumo o suma de la energía utilizada diariamente también ha disminuido en unos 5 gigawatts hora (gwh) con relación a las primeras semanas de marzo cuando no se habían impuesto las medidas de cuarentena.
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Casi 35 gwh diarios ha disminuido a menos de 30 gwh, según el informe del CND.
En cuanto al tipo de energía que se está utilizando, un 45% es de fuentes renovables: Las hidroeléctricas están aportando un 26.4%, las eólicas 15.5% y 3.1% de solares.
El 55% restantes proviene de la planta de gas natural 23.8%, bunker 16.4%, autogeneración térmica 7.6%, intercambio 5.4% y 2.8%, de otras.
El sistema tiene una capacidad firma superior a los 2 mil 500 megavatios suficiente para abastecer la demanda del país.