Eran las 9:00 a.m. del domingo 17 de septiembre cuando Mirta Salinas Jiménez envió a sus hijas de 14 y 3 años en un bus de la ruta Panamá-David desde Tolé, Chiriquí, con destino a Panamá.
Las pequeñas debían llegar a la Gran Terminal Nacional de Transporte de Albrook, donde su padre, Bernardo Pinto, las estaba esperando.
En efecto, las hermanitas llegaron a la terminal de Albrook, sin embargo, nunca se encontraron con su progenitor.
Según el papá de las niñas, el conductor del bus no ingresó a la rampa de la terminal donde llegan los buses de las rutas interprovinciales, por eso nunca se reunió con ellas.
Manifestó que el lunes pudo conversar con el conductor del bus, quien le dijo que traía un viaje especial con unos cadetes, pero como tenía 10 puestos vacíos, paró en Tolé, donde recogió a 10 pasajeros, entre esos a sus hijas.
Pero al llegar a Albrook, las dejó en el área donde están los almacenes y no en la rampa donde él las esperaba, y siguió con su viaje especial.
Detalló que en las cámaras de seguridad de la terminal se observó que un hombre, como a las 7:00 p.m., las abordó y se las llevó en un metrobús de la ruta Vía España-Pedregal.
Niños cuidando a niños
Yazmín Cárdenas, directora de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia Senniaf, dijo que hay que ver con quiénes vivían las niñas porque tiene entendido que son de Tolé.
Expresó que los menores de edad no deben viajar solos, no importa si tienen 17 años y meses, menos que estén a cargo de sus hermanitos, porque mientras no cumplan la mayoría de edad, son niños cuidando a niños.
Al cierre de esta nota se conoció por informes extraoficiales que el hombre que se llevó a las hermanitas Pinto ya había sido ubicado. Se presume que las niñas fueron víctimas de actos libidinosos.
Se conoció que el individuo, quien presuntamente se llevó a las niñas, tiene 23 años y también es indígena de la etnia ngäbe-buglé.