Deudas, la dura realidad poscuarentena
La preocupación aumenta en los trabajadores, quienes deben hacer frente a sus compromisos financieros dejados de pagar producto de la pandemia.
Ilka Valdiviezo labora hace cuatro años como conserje en un edificio donde devenga un salario de $700 mensuales; sin embargo, con la pandemia del coronavirus, empezó a cobrar la mitad de su salario debido a la reducción de su jornada laboral. Han pasado cuatro meses y finalmente volvió a su horario regular, y aunque se supone, esto debe ser motivo de alegría, Valdiviezo está preocupada, pues ahora debe enfrentar la realidad de pagar las cuentas atrasadas.
La situación que vive Ilka Valdiviezo se replica en muchos hogares panameños por distintos motivos: despidos, reducción de salario, contratos de trabajo suspendidos o cierre de empresas. Y es que, a pesar de que la República de Panamá cuenta con la Ley 156 del 30 de junio que dicta medidas económicas y financieras para contrarrestar los efectos de la COVID-19, y que establece una moratoria sobre los préstamos otorgados por los bancos, cooperativas y financieras, los ciudadanos reconocen que después del 31 de diciembre de 2020 (fecha hasta donde se hace efectiva la moratoria) llegará un duro golpe a su bolsillo por la cantidad de compromisos que dejaron esperando por falta de dinero. De hecho, ya hay quienes lo están viviendo, porque a pesar de la reactivación gradual de las actividades en el país, muchos siguen afectados.
Ahora tengo que ver qué hago para ponerme al día para pagar mis cuentas, eso me tiene preocupada porque sé que me será muy difícil entre tantos gastos, cuenta Ilka, quien es madre soltera y dos de sus cinco hijos dependen de su ingreso económico. La mujer tiene que pagar alquiler, luz, internet para que su hijo reciba las clases virtuales, pasaje, comida...a eso se le suma el equipo de protección contra el virus como mascarillas, alcohol o desinfectantes, que le generan un gasto extra.
Ilka, en su afán por lograr otra entrada monetaria, empezó hace tres meses la venta de perfumes, sábanas y otros artículos. Afirma que aunque no son muchas las ganancias, algo le saca, pero menos quedarse cruzada de brazos.
Andrea Ballesteros es otra panameña con un caso similar; está desesperada. Este mes fue despedida de su trabajo, pues la empresa para la que trabajaba cerró operaciones en Panamá producto de la pandemia. Su esposo tiene el contrato suspendido hace casi cinco meses y aunque no tienen hijos, sí hay muchas cuentas por pagar.
Cuando me dieron la noticia (el despido) lloré como dos horas, no lo puedo creer, ahora no sé qué vamos a hacer, asegura. Aunque Andrea inició un emprendimiento de venta de comestibles durante la crisis, no le genera lo suficiente para cubrir los gastos; sin embargo, intenta estar positiva y usar el tiempo que ahora le sobra para meterse de lleno e intentar que las ventas aumenten.
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La economía tardará en recuperarse
Ciudadanos de todo el mundo están buscando la manera de mantenerse o salir adelante por las consecuencias que trajo la pandemia del coronavirus, de hecho, el economista Olmedo Estrada aduce que en estos tiempos escasamente se encontrará personas que no tengan dificultades económicas ni financieras.
Panamá no ha sido la excepción, porque seis meses de estar con la economía cerrada, ha causado un impacto muy grande a todos, incluyendo las personas, las empresas y el gobierno. Ese impacto económico lo vamos a saber con detalle al final del año, en estos momentos hablamos de que la economía panameña prácticamente ha estado cerrada entre un 50% y 60%, en algunos sectores entre 80% y hasta el 100%, lo que indica que muchas de las personas que trabajan en esos sectores no están recibiendo ingresos producto de su trabajo, por lo que no tienen recursos económicos para hacer frente a ningún compromiso financiero como bancos, financieras, cooperativas, incluso servicios básicos como la luz, agua, teléfono, alquiler, hipoteca, auto, seguros y demás, explica.
No hay dudas de que el 2020 sorprendió con la pandemia y tal como recuerda Estrada, al pedirnos que nos quedemos en casa dejamos de recibir ingresos y por ende no podemos hacerle frente a ningún compromiso porque no tenemos los ahorros como para decir: tengo el dinero en el banco para pagar mi hipoteca, el carro, etc. Si acaso nos quedamos con algo de recursos para la alimentación, los medicamentos y comprar aquellos insumos que son necesarios para la bioseguridad y la salud de la familia.
El especialista recomienda a las personas que hagan uso de la moratoria otorgada por el Gobierno hasta que puedan recuperarse y tener los recursos necesarios para poder pagar esos compromisos, acercarse a los bancos y demás entidades, llevando los documentos necesarios que indiquen que no se cuenta con el respaldo monetario para pagar.
Estrada, actual secretario general del Colegio Nacional de Economistas de Panamá, reconoce que la recuperación de la economía será muy lenta y más si no se le pone el dinero suficiente (inversiones), lo que se refleja en los despidos de personas al no tener ganancias.
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Mantener la calma
Analissa Rosas es psicóloga clínica y ante estos casos en que las personas se sienten frustradas, porque a pesar de la reactivación de contratos tienen acumulación de deudas, recomienda principalmente mantener la calma y crear un plan de acción, es decir, una organización para lograr pagar poco a poco. Sin embargo; si la persona fue cesada es importante primero entrar en un proceso de duelo laboral y luego conseguir motivación para empezar nuevos caminos.
Hay que pensar en nuevas oportunidades y entender que de cada nuevo camino siempre habrá oportunidades. Es importante la organización, vivir un día a la vez, pero planificar: organizándose económicamente y financieramente es bastante fácil salir adelante, destaca Rosas.
Reactivación
Informes del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) detallan que en Panamá de los 280 mil contratos suspendidos producto de la pandemia, se ha reactivado cerca del 16% y se espera un aumento gradual de esta cifra con la reapertura de más empresas durante los próximos días. La ministra Doris Zapata dijo recientemente que solo en el sector de la construcción se reactivaron 234 empresas y 3,164 trabajadores.
Información publicada por el medio DW Español? detalla que la crisis generada por el coronavirus ha provocado que los países se endeuden para mantener sus economías a flote y gran parte de esa deuda pública no se saldará sino hasta dentro de varias décadas, y si llega a pagarse, serán los jóvenes quienes lo hagan en todo el mundo.
De acuerdo con lo difundido, en el futuro los jóvenes podrían enfrentarse a más impuestos y programas de austeridad, pero podrían incluso salir beneficiados si el dinero de las deudas se invierte con miras al futuro: educación, digitalización y medio ambiente o rescatar empresas para que los jóvenes puedan conseguir trabajo más adelante.