- La tasa de morosidad, según datos del Municipio de San Miguelito, es de $72,000.
A Doris González y a sus tres hermanos la tristeza les embarga cada vez que llega el Día de los Difuntos, ya que recuerdan que hace cuatro años perdieron a su amado padre, Agustín González. Pero lo más lamentable para ellos, expresa Doris, es que visitan la tumba muy poco, ya que la calle del cementerio de San Miguelito, ubicado en Villa Cárdenas, corregimiento de Ancón, distrito de Panamá, está en pésimas condiciones, es peligrosa y la anualidad en comparación con otros cementerios es demasiado alta.
Debo pagar $65 mensuales, pero los tres primeros años pagué $85, en esa época eso era lo que costaba, cuando en otros cementerios la mensualidad es de $10, indicó Doris.
Lo más preocupante para ella y sus hermanos es que no saben qué hace el Municipio con el dinero, pues manifiesta que el lugar únicamente lo limpian cuando llega el 2 de noviembre.
Para llegar al campo santo los dolientes abordan una chiva que los deja en la entrada, ya que el camino es de tierra, y cuando llueve es puro lodo. Ni hablar de que justo al lado hay un enorme vertedero de basura.
El cementerio no cuenta con luz y, según manifiesta Doris, en varias ocasiones delincuentes les han amenazado con robar y hasta matar, ya que no hay seguridad.
Para Doris, sus hermanos y los familiares que tienen sus seres queridos en este cementerio cada año es más difícil poder visitarlos, llevarles flores, por lo que les piden a las autoridades que lo trasladen a otro lugar, o que mejoren la calle y que le den el debido mantenimiento al lugar.
Ante estas inquietudes se llamó al alcalde de San Miguelito, Gerald Cumberbatch, sin embargo, nunca contestó su teléfono.
En tanto, voceros de esta institución informaron que los terrenos que rodean al campo santo pertenecen al Ministerio de Economía y Finanzas, por lo que no pueden hacer mejoras en la calle que da acceso a esta infraestructura. Al parecer, a los dolientes no les quedará de otra que seguir enlodando sus zapatos si quieren visitar a sus muertos.