Los cuestionamientos contra la Iglesia católica, por el reciente escándalo sexual, que obligó a la jerarquía del clero panameño a separar a tres consagrados, no cesan.
No obstante, esta no es la primera vez que hay denuncias de este tipo y que son del conocimiento de sucesor de Pedro y donde se evidencia que el sexo no deja de ser una gran tentación para los presbíteros.
Al menos así lo dejan entrever los casos que han salido a la palestra pública en los últimos 17 años.
En marzo de 2002, el sacerdote Hermenógenes Ovalle Soto fue denunciado ante el Ministerio Público por embarazar a una menor de 16 años de edad en Antón e incluso solicitarle que abortara.
Dos meses después surgió otra historia que cobró una vida.
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Homosexualismo en el seminario
En mayo de 2002, Marco Manjarrez Davis, asesino confeso de monseñor Jorge Isaac Altafulla Muñoz, declaró que dentro del Seminario Mayor San José fue acosado por compañeros para cometer actos de homosexualismo que él rechazó. En su declaración indagatoria, Manjarrez, condenado a 20 años, narró que un seminarista, al cual identificó con nombre y apellido, le hizo varias propuestas homosexuales y que él denunció el acoso a la rectoría.
También aclaró que Altafulla nunca estuvo implicado en ninguna de estas acciones irregulares mientras estuvo en el Seminario Mayor San José. Empero, aseguró que sí era racista porque en varias ocasiones le llamó 'negro' en forma despectiva.
En octubre del año pasado, Manjarrez en entrevista a día a día reveló que admiró a Altafulla, pero descubrió que hacía cosas que no eran propias de un cura.
"Yo lo confronté. Primero por la relación con una dama casada y con hijos. Este señor era médico y fue quien los sorprendió a ellos en su casa. También por un acto de sacrilegio y lo otro lo atribuí al racismo".
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Pero su confesión no terminó allí. Manjarrez agregó que durante la audiencia que se le siguió por el homicidio, había un sacerdote de la Iglesia San Gerardo Mayela, quien tenía un comportamiento impropio con los menores de edad.
"Yo lo vi besándole el cuello y orejas a menores de edad y luego este sacerdote fue a rendir declaración y dijo que no me conocía a mí y que yo era un cristiano incompleto, habiendo yo sido catequista de esa parroquia. Y cuando terminó la audiencia, el premio para ese sacerdote fue un viaje a Roma que le pagó el hoy arzobispo emérito José Dimas Cedeño", destacó el hoy abogado.
Hasta el Vaticano vino a investigar
Entre 2006 y 2008 varios religiosos fueron acusados de abuso sexual a menores en el hogar que Ciudadela de Jesús y María tenían en Howard. Allí se atendía a niñas, niños y jóvenes en riesgo social.
El Vaticano abrió un proceso canónico por esta situación que estremeció a la Iglesia católica panameña.
En ese momento, José Luis Lacunza, hoy único cardenal panameño, era el presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, admitió que la Santa Sede investigaba el caso.
En tanto, Audilio Aguilar Aguilar era obispo de la Diócesis de Colón-Kuna Yala y fue denunciado el 22 de agosto de 2008 ante el Ministerio Público por presuntamente encubrir a un religioso que habría cometido actos de pederastia en Ciudadela de Jesús y María, que todavía preside el sacerdote Teófilo Rodríguez.
Encubrimiento
En una investigación periodística del Panamá América, Rodríguez dijo que el obispo Aguilar Aguilar le pidió que hiciera voto de silencio y que se mantuviera bajo perfil, por lo tanto, no hablaría del tema.
Aguilar Aguilar es hoy día obispo en la Diócesis de Santiago y está a cargo de la Pastoral Vocacional, Ministerios Laicales, Vida Consagrada, Seminarios y Ministerios Ordenados, según consta en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Panamá.
También es delegado de la Federación Panameña de Religiosos y Religiosas FEPAR.
El obispo Aguilar tuvo otras denuncias en el Ministerio Público.
Por el caso de Ciudadela se condenó a 10 años de cárcel 19 de agosto de 2008 al hermano Luis Fernando Ríos Valencia por abuso deshonesto y corrupción de tres niños. Es decir que su condena acabó en agosto del año pasado.
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'Quiero follar contigo'
En octubre del año pasado, el exhermanito de Big Brother Panamá, Ángel Tello, denunció mediante su cuenta de Instagram que un seminarista de la Iglesia católica lo acosaba.
"Hola bro... quiero follar contigo, pero que sea secreto...por fis...te pago por sex", fue el mensaje que le llegó a Ángel desde la cuenta @josseddysem.
José Eddy Aguilar es seminarista y realizaba su labor de misionero en Nicaragua.
Desde la congregación, se informó a día a día que la cuenta de Aguilar había sido "hackeada", pero que hablarían con el joven religioso y que en el caso de ser afirmativo el mensaje enviado a Tello tendría que abandonar la comunidad.
En la habitación 47
Desde el año pasado está en el tapete el nombre del padre David Cosca, a quien se le formularon cargos por encubrimiento. Esto tras la muerte de Eduardo Calderón en la habitación 47 del Hotel El Panamá en julio de 2018. El uso de esa habitación fue costeada por el sacerdote. La investigación del Ministerio Público termina en octubre próximo.