Utilizando las plataformas sociales, la fiesta religiosa católica del Cristo Negro de Portobelo, se transmitió hacia cientos de feligreses que accesaron a la cuenta, Santuario Jesús Nazareno de Portobelo.
Este año a consecuencia de la pandemia del COVID-19, una tradición de más de 200 años, quedó interrumpida.
Para ingresar a la histórica población de Portobelo, se expidió salvaconductos para sus residentes, incluso para sus vehículos, para minimizar la entrada de personas que no viven en la región.
El retén principal para verificar los permisos, fue en la entrada en la comunidad de María Chiquita Centro.
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Medidas de bioseguridad
Los residentes de Portobelo que pudieron a asistir a los oficios religiosos, debieron primero mostrar su documentación de salvoconducto en la entrada del templo, donde estaban unidades de la Policía Nacional y luego cumplir las medidas de bioseguridad, como uso de la mascarilla, gel alcoholado, y distanciamiento social.
Para la señora Marcela Zárate de 63 años de edad, quien este año, no pudo acudir donde el Naza, como cariñosamente le llaman a la imagen del Cristo Negro, espera que la pandemia, pueda ser frenada por el Negro.
Indicó que sus hijos, la ayudaron a ingresar a la plataforma y poder ver la misa transmitida.
Asimismo Ronaldo Ávila de 36 años de edad, quien vive en la Costa Arriba de Colón, y quien pudo gestionar su permiso, llevó una vela morada, ante la imagen, pidiendo primero porque se termine pronto la pandemia y segundo, para salud de sus familiares.
Contrario a otros años, donde decenas abarrobatan sus estrechas calles, este año el panorama era otro, pocas personas.