Santa Ana por muchos años ha sido un sitio con aires de antaño, y mucho de esto se debe a la cantidad de caserones antiguos que allí se ubican, algunos han sido comprados y remodelados, otros se dejan caer a pedazos producto de su degradación estructural.
Según cifras del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) del 2015, más de 3,000 panameños viven entre tablones flojos, madera podrida y baños compartidos.
Para Ana Quezada, ellos han esperado mucho por ver un cambio en el lugar, pasan los años y solo los recuerdan para fechas especiales e históricas, pero no se ve un interés por cambiarlo de verdad.
Aunque la situación no solo es un tema de Santa Ana, pues ya el ministro del Mivitot, Mario Etchelecu, ha dicho que el Gobierno de la República licitó la construcción de 30 mil viviendas en el país que beneficiarán a más de 100 mil panameños que, a pesar de contar con sus títulos de propiedad, estaban en condiciones de vulnerabilidad y riesgo social.
Sumado a esto, para reducir el déficit habitacional se está en proceso de licitar la edificación de otras 20 mil casas y se respalda al sector privado en la construcción de 75 mil viviendas de interés social.