El gran encuentro
El sueño de Alejandra Figueroa como regalo de quinceaños era muy singular, emotivo.
Ella le había pedido a su padre, Pedro Enrique Gudiño, conocer a su abuelo, quien aguantó este momento para esta ocasión especial.
Siempre había escuchado a sus amigos hablar de los abuelos como seres especiales, pero ella no había tenido esa oportunidad.
Si bien es cierto Alejandra se había comunicado con este familiar vía telefónica, no era lo mismo en persona, alegaba.
La fecha llegó el pasado sábado y no faltaron las lágrimas de emoción de esta joven que estudia en el centro educativo de Santa Librada, San Miguelito, pero todo fue una sorpresa.
Ese día, la ceremonia de quinceaños transcurría con normalidad hasta el momento en que se iban a distribuir las quince rosas y fotografiar a la agasajada.
Entre las personas por mencionar estaba su abuelo, Pedro Tomás Gudiño, quien con la complicidad de su hijo hicieron este momento muy emocionante, luego de tantos años de permanecer distantes.
Alejandra pudo abrazar a su abuelo Pedro Tomás Gudiño y expresarle lo mucho que lo quería en medio de la fiesta que se realizaba en Chivo Chivo.