Empresarios piden remedios creativos para no frenar economía en JMJ
Icaza enfatizó que es fundamental que cada sector económico tome sus propias decisiones de cómo operar en el evento.
La cúpula de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) solicitó a sus afiliados "soluciones creativas" para que las empresas puedan participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y así no se vean afectadas en su productividad y desempeño.
El tesorero de la CCIAP, José Ramón Icaza, declaró que el país debe aprovechar de dar una imagen positiva ante la visita de los peregrinos y turistas, que esperan generen una derrama económica.
"Invitamos a nuestros miembros y a los empresarios en general a buscar formas creativas y flexibles para que sus colaboradores puedan participar de la JMJ", declaró en cuanto a la participación del evento eclesiástico que se celebrará del 22 al 27 de enero en la capital panameña.
Icaza enfatizó que es fundamental que cada sector económico tome sus propias decisiones de cómo operar en el evento, pero sin paralizar sus actividades.
El tesorero, que participó de una reunión con representantes de del gremio y autoridades del Gobierno que dieron detalles sobre la cadena de distribución en comercios, movilidad urbana y seguridad ciudadana en el distrito de Panamá y San Miguelito en la JMJ, agregó que se están tomando en consideración los planes logísticos.
Buscan evitar pérdidas en el mercado
El país acogerá uno de los eventos más importantes de la Iglesia católica, que cada tres años reúne a miles de jóvenes de todo el mundo con el papa.
La visita de Francisco, que llegará a Panamá el 23 de enero, ha generado un inmenso interés no solo en este país sino en todo Centroamérica, ya que el último pontífice que viajó a la región fue Juan Pablo II en 1983.
Ver más: Thiago Silva supera a Neymar y gana un premio al mejor extranjero en Francia
La agenda del papa Francisco incluye misas masivas y reuniones con el Gobierno panameño y el obispado centroamericano, además de visitas a un penal para jóvenes y a un albergue social regentado por la Iglesia.
A la actividad se prevén que asistan cerca de medio millón de personas, entre peregrinos, sacerdotes, monjas y periodistas.