Dar la Beca Universal a estudiantes que apenas logran alcanzar un índice académico de 3.0 no es muy bien visto por diversos sectores de la sociedad. Opiniones encontradas se dan al hablar de estos desembolsos, ya que se considera que se está premiando el poco esfuerzo y se da inicio a un sociedad de jóvenes con poca visión de sacrificio.
Para Diógenes Sánchez, secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá, el origen de este programa fue malo y terminará mal, no es una beca, sino un subsidio que les da el Estado a los estudiantes, utilizando dicho concepto para premiar la mediocridad.
El educador considera que todo beneficio que reciben los escolares por sus estudios debe superar el índice de 4.0 para que sean entregadas por meritocracia y no por mediocracia.
Un aumento a manera de exigencia para recibir el pago de esta beca parece estar lejos de ser considerado una opción para incentivar más los estudios.
Yesenia Rodríguez, directora general del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos Ifarhu, dijo que por el momento no se ha recibido ninguna directriz sobre un aumento en el requisito para que el índice sea por lo menos de 3.5.
Excusó a los de bajo promedio, porque a su juicio probablemente los de 3.0 son porque no tienen suficiente recursos y la beca los ayuda.
Actualmente, el Ifarhu mantiene a 565 mil beneficiados, de estos 100 mil están en promedios que no superan el 4.0 mientras que entre 50 mil y 52 mil no logran cobrar al año por estar fracasados.
La exviceministra de Educación Doris Rosa de Mata dijo que se les debe dar estímulos para que los ayude a avanzar, pero no solamente monetarios.