Un teléfono marca Samsung fue una de las claves para que la jueza Hiroko Tinoco del Sistema Penitenciario del Tercer Distrito Judicial imputara a José De La Cruz Barría Rangel, de 46 años, los delitos contra la vida e integridad personal en modo de femicidio agravado en perjuicio de Lorena Del Carmen Martínez Castillo, de 18 años de edad.
Además del cargo contra el patrimonio en la modalidad de robo agravado.
Y es que fue Yoselin Sánchez, hija de Barría, quien encontró el teléfono celular que pertenecía a la estudiante que cursaba el duodécimo grado en el Instituto Profesional y Técnico Fernando De Lesseps, ubicado en Arraiján cabecera.
Su cuerpo inerte fue hallado a las 10:00 p.m., por su padre en una quebrada en la comunidad El Serrano en Nuevo Emperador.
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En la audiencia, la fiscal Nallelys Gill indicó al estrado que Yoselin Sánchez, declaró que llegó a la casa de su abuela en Nuevo Emperador y entró al uarto de su papá, el cual estaba todo tirado por lo que procedió a limpiarlo.
La joven encontró el teléfono debajo del colchón y como tenía confianza con su padre lo revisó y lo que halló fueron las fotos de la chica que anunciaban los medios de comunicación que había sido asesinada.
Al ver esto se lo comunicó a su abuela y a unas tías, quienes dieron parte a la Policía del hallazgo. La fiscal Gill también destacó que un hermano del imputado le informó al capitán Poyatos que tenía sospechas de que su hermano tenía que ver con la muerte de la joven.
Otro aporte interesante que presentó la fiscal Gill, fue las declaraciones que hizo la pareja ocasional de De La Cruz, a quien le había confesado el asesinato de la estudiante. Ésta no le creyó, pues pensaba que era una broma, por tal tazón la llevó a la quebrada donde había dejado su cuerpo.
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Según el dictamen de la médico forense, el cuerpo tenía más de 12 horas de haber fallecido. Además tenía esquimosis en el rostro, los ojos enrojecidos y dos cortadas. La causa de la muerte asfixia por estrangulación, no había signos de abuso sexual.
Mientras la fiscal leía los testimonios que estaban en el expediente, los familiares de Lorena escuchaban atentamente, incluso algunos miraban fijamente al imputado, quien vestía suéter negro, pantalón azul y zapatillas rojas. Ellos no podían creer lo que escuchaban, ya que conocen a De La Cruz de toda la vida.
Imputado los cargos, la fiscal Gill solicitó la medida cautelar de detención provisional, algo a lo que se opuso la juez de oficio del imputado, Mirya Batista Jaramillo, quien solicitó casa por cárcel, pero no sucedió así.
Por el delito de femicidio agravado, la pena es de 25 a 30 años. Mientras que por el delito de robo agravado, la pena es de 7 a 12 años.