Feliz, pero reservada, así era Zulay, joven de 17 años que se ahorcó en La Mitra
El suicidio de una joven de 17 años en La Mitra de La Chorrera trajo consternación.
La Organización Mundial de la Salud revela que el suicidio es muy poco frecuente antes de la pubertad y está asociado a la adolescencia, entre edades de 15 a 17 años.
En Estados Unidos, el suicido es la segunda o tercera causa de muerte en adolescentes. Se producen unas 2000 muertes al año por esta causa. Sin embargo, Panamá no escapa a esta realidad.
La madrugada del martes 11 de diciembre, Zulay Peña, de 17 años, quien vivía en la calle sin salida del cementerio de La Mitra, en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste, se quitó la vida. La joven subió a la cama y luego tomó una soga y la atravesó en una carriola y se ahorcó en su propia habitación.
Zulay solía dejarle programada la alarma a su papá, José Peña. A las 6:00 a.m. sonaba la alerta para ir a trabajar. Esta vez sonó, pero él decidió quedarse un rato más en cama y no fue hasta como a las 7:00 a.m. que se levantó.
El papá la vio colgada
No obstante, como es costumbre, siempre se dirige a la entrada del cuarto de su hija a desconectar un extensión, que se utiliza para iluminar la parte de atrás de la casa. La llamó "Zuly" y observó un bulto que se visualizaba en la cortina que hace el papel de puerta, sin embargo, ella no respondió. Pensé que se había levantando temprano, cosa inusual, ya que ella duerme hasta tarde, relató Peña.
Al rato, teniendo esa inquietud de que su hija, la más chica de cinco hermanos, no respondía, se dirigió a su habitación y se encuentra con la imagen aterradora de que colgaba de la soga.
Esta era utilizada por la familia para guindar el columpio del hijo de la segunda hermana, Itzel Peña, de 21 años.
Ella, ayer, tratando de contener el llano, relató que hace tres días (domingo) su hermana estaba muy emocionada por un tatuaje que se había hecho en una parte de su hombro. La acompañó. Ella era mi compañera de vida. La extrañaré tanto.
El tatuaje fue su última publicación en Instagram.
Horas antes del suicidio
Carmen Sanjur, madre de la chica, descansaba en un sillón de la sala, ya eran pasada las 12:30 del martes. Entre el sueño, una voz la llama, era Zulay, diciendo que ya era tarde y que debía acostarse en su cama ya. Fue la última vez que la vio con vida.
Yo iba a dormir con ella ese día, pero me dijo que me acostara en mi cama, susurró entredientes la madre envuelta en dolor.
Su hermana, Itzel aseguró no detectar nada en ella. Era muy feliz. Ya teníamos planes para Año Nuevo en la casa.
Esa noche, entre el sueño, solo escuchó una bulla de la carriola, pero lo ignoró y siguió durmiendo.
Zulay era feliz, pero reservada
La familia cuenta que nunca fue una niña infeliz, pero era bastante reservada. Había que sacarle las cosas, así lo decía, pero era muy alegre, reveló su otra hermana Erika Peña, de 30 años. Tanto sus vecinos como sus familiares están sorprendidos por su triste y repentina partida, dijeron que siempre la recordarán amorosa y feliz.
Zulay no dejó carta o nota, su familia solo sabe que quería ser maestra de primaria y estudiaba en un colegio nocturno para alcanzar sus sueños.
Depresión se oculta en muchas caras
Experta. Lizmaineth Hernández, psicóloga clínica, dijo que una persona suicida puede mostrar muchas caras (felicidad, enojo y alegría). No revela realmente sus emociones por no preocupar a quienes los rodea. Se trata de cuadros depresivos que en la adolescencia se incrementa. Para afrontar el duelo, la experta recomendó realizar actividades como ir a la iglesia para sobrellevar la realidad
Debe permanecer la unión familiar
Xenia De Gómez, pastora de la iglesia la Casa del Afarero, citó que quería que Zulay siguiera yendo a la iglesia. Ella era una joven buena , llena de alegría y risueña. La sierca pidió a Dios fortaleza para que esta familia pueda enfrentar esta dura pérdida. Solo la unión familiar superará todo.