Durante el año, en Panamá se pueden dar entre 300 y 500 movimientos sísmico, y aunque muchos se sorprenden de este fenómeno natural, es de lo más común, porque en el país existen varias fallas tectónicas e inclusive podría existir una nueva que no ha sido desvelada, sostienen expertos.
Néstor Luque, investigador del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, dijo que los eventos de los últimos días deja clara la necesidad de tener equipo y personal para monitorear estos eventos y no lo hay. Solo tienen seis personas para dos turnos, así que desmintió que trabajan 24/7.
"Si hay un evento, claro, la información nos llega, pero eso hay que verificarlo e implica salir a la hora que sea de nuestras casas", aseguró el investigador .
Algunos trabajan horas extras y reciben salarios de administradores, es más, muchos de los ya capacitados se van a otras áreas de trabajo por la falta de buenos sueldos.
En cuanto a los equipos, sin duda también hace falta más mantenimiento, ya que aunque los tienen no se dan abasto para atenderlos, en pocas palabras trabajan con las uñas y por amor a su profesión.
En cuanto a los volcanes, Arkin Tapia, jefe de la Red Sísmica del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, aseguró que en el país existen dos volcanes activos que son el Barú y La Yeguada, el primero que podría borrar gran parte de Chiriquí si llegara a erupcionar, aunque ellos dan tiempo para evacuar, aseguró.
Sobre el tema de áreas vulnerables, dijo que en Panamá existe un Código Sísmico que se debe seguir, pero quizás no se cumple. La rajadura en la vía del puente Centenario hace años y los deslaves en San Miguelito son ejemplos claros.