El teniente Jorge Amor y la subteniente Kimberly González, son dos marinos que forman parte del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) y están muy orgullosos de servir a la patria.
Amor, con 29 años de servicio, narra cómo inició su carrera, que lo ha llevado a surcar los mares panameños desde Cabo Tiburón hasta Punta Burica.
“Mi inicio como marino fue el 15 de julio de 1995. Ingresé a lo que era el Servicio Marítimo Nacional, cuando salí del colegio tomé un curso de marina mercante, algo que siempre me ha gustado”, comentó.
El uniformado, quien está próximo a jubilarse, contó con orgullo lo que representa para él ser parte de las filas del Senan, institución en la cual se desempeña como comandante de embarcación.
“Para mí es un orgullo pertenecer al Senan, ya que a través de esta institución me he capacitado y he ganado experiencia a bordo de diferentes embarcaciones”, dijo.
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Recordó que uno de los momentos más difíciles que ha vivido como marino, fue cuando transportaba a los educadores a San Blas y enfrentaron lo que denominó la “tormenta perfecta”, donde muchos educadores lloraban producto del pánico por el mal tiempo.
“Mucho del personal educativo lloraba, pues el agua se nos metió en la embarcación, nos tocó calmarlos para llegar a puerto seguro”, indicó.
Como parte de la celebración del “Día del Marino”, Amor aprovechó para felicitar a todos los hombres y mujeres de mar, quienes componen la gran familia del Servicio Nacional Aeronaval.
Una mujer llena de reto
Kimberly González, con dedicación enfrenta cada día sus retos en el mar, una profesión dominada generalmente por hombres, pero ella asegura que está preparada para compartir misiones encaminadas en salvaguardar la vida de muchos panameños.
González, quien pertenece a la embarcación Senan L306 Taboga, donde ejerce la función de segunda comandante, es una de las más jóvenes en el estamento, ingresó hace cinco años y está dispuesta a recorrer ese largo y complicado camino al servicio de la patria.
“Ser miembro de esta Institución significa un orgullo. En mi comunidad y mi familia soy un ejemplo a seguir, ya que es extraño ver a las mujeres en el ámbito policial”, afirmó González, quien añadió que en el Senan se le ha dado la oportunidad a muchas compañeras, incentivándola a crecer profesionalmente.
Como meta futura, Kimberly aspira llegar a ser la segunda comandante de una embarcación dentro de las filas del Senan.