Bocas del Toro.
Un grupo de indígenas opuesto al proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco situado en la provincia de Chiriquí, han impuesto un nuevo horario de tránsito en la provincia de Bocas del Toro.
Desde hace cinco días, aprovechan los relevos de unidades antimotines o las pocas horas de descanso que les dan, e inmediatamente proceden a cerrar el paso por la carretera que va de esta provincia hacia otros puntos del país y la despejan entre las cinco y seis de la mañana cuando llegan las unidades policiacas nuevamente.
En ese lapso de tiempo, centenares de usuarios quedan atrapados en lugares apartados como Gualaquita y Norteño donde no hay un lugar donde puedan comprarles aunque sea una galleta a sus hijos, menos agua potable, donde ir al baño entre otros inconvenientes que atentan contra la salud de las personas, así lo denunció Julio Aguilera, presidente de la Cámara de Comercio de Changuinola.
El entrevistado fue enfático al decir, que teme que de un momento a otro se dé un enfrentamiento pues se ha conocido de usuarios que se han molestado, han intentado pasar y fueron golpeados por los manifestantes que además, ya han destruido algunos vidrios de autos.
Hizo un llamado al gobierno a que de una vez por todas le ponga un alto a la situación, pues sumado a estos inconvenientes, la economía local que está muy afectada por la falta de inversiones, se hunde aún más por la desconfianza que tienen los comerciantes, turistas y profesionales que llegaban constantemente a la provincia.
Ricardo González, involucrado en temas de transporte, detalló que por ejemplo, en la noche es cuando transitan articulados, camiones o pik up cargados de banano, plátanos, legumbres, frutas y otros productos, pues se evita del deterioro de la carga pues evitan los rayos del sol y las altas temperaturas.
Dijo, que además, viajan grandes camiones con equipo pesado pues es cuando menos tráfico hay y baja el porcentaje de posibilidades de un accidente.
Como si fuera poco, agregó, es en la noche cuando viajan los buces de pasajeros hacia la ciudad capital porque así, los pasajeros llegan en la madrugada a ciudad capital, tienen todo el día para realizar sus diligencias entre ellas citas médicas y regresan el mismo día en horas de la noche hacia Bocas del Toro y resulta que no pueden cumplir con sus obligaciones porque los indígenas están atrincherados en los lugares mencionados y todo mientras las autoridades observan.
Bocas del Toro, cuanta con una población aproximada a los 120 mil habitantes, la fortaleza de su economía es la actividad bananera y turística, la segunda seriamente afectada a tal grado que hoteles, restaurantes, supermercados y demás, reciben muy pocos clientes, en tanto la empresa bananera, podría ser afectada también pues ya este martes, otro grupo de indígenas cerro el paso hacia la comunidad de las Tablas y Las Delicias, lugar de producción de banano y plátano lo que sin lugar a dudas afectara el otro sector de continuar la mala práctica, explicó González.
Ofelia Carrizo, dirigente de la iglesia Mama Tadta quienes encabezan las protestas, dijo que seguirán hasta que el mandatario Juan Carlos Varela, ordene la cancelación del proyecto Barro Blanco.