Encerrados en cárceles con barrotes, cadenas y candados en las puertas, están los indigentes que la Alcaldía de Panamá, envía al campamento que tiene la Fundación Remar en Chilibre.
Alvean Almeida, director nacional de la Asociación Remar en Panamá, expresó que no comparte el método de tener encerrados a los orates, pero a la Alcaldía le funciona.
El directivo de Remar al cuestionamiento de las pequeñas prisiones por el equipo de díaadía, dijo que el proceso de mantenerlos encerrados lo maneja el Municipio de Panamá.
Reconoció que lo ideal es que el proceso de rehabilitación sea voluntario, pero el tema con los indigentes es que no son libres de su voluntad, por su adicción a las drogas y al alcohol.
Por su parte José Isabel Blandón, alcalde de Panamá, señaló que las personas cuando llegan a Remar con una situación de drogodependencia por un tiempo necesitan estar en reclusión.
Toda persona que se somete a un proceso de recuperación de drogas pasa a una etapa de reclusión, insistió Blandón.
Almeida, destacó que son una asociación cristiana, por ello usan mucho la parte espiritual. Además tienen sicólogos y utilizan terapia ocupacional para rehabilitar a los indigentes que caen en sus manos.